EP11: La(s) cita(s)

El antepenúltimo capítulo de Kamisama Hajimemashita ha llegado a mis manos en un momento en el que solo quiero cubrirme con mis colchas y dormir sin que exista un mañana. Comentario medio exprés a la vista. Si leen muchos más sinsentidos que de costumbre y no entienden a lo que quiero llegar, ya saben a lo que se debe. Pero mañana me será imposible dedicarme a ver anime hasta el 18 de Diciembre, así que prefiero hacer esta entrada en este estado decadente. Por suerte este episodio ha tenido claramente 2 partes marcadas en las cuales no voy a extenderme mucho. No tengo ganas :B (Ya el review de Psycho Pass lo hago luego de darme una siestesita)

1. MizukixKurama: I see it, I ship it.

2. NanamixTomoe: La diferencia de edad es notoria.

I

Esta primera mitad del episodio a mi parecer fue totalmente fanservices, pues se ha centrado totalmente en el nuevo familiar de Nanami. Mizuki es ese personaje “cutiepye” mezclado con el “deviltype” (sin llegar a ser yandere), que si bien no me desagrada, no me pone en #shippermode. Lo llamo fanservices, pues como veremos por aproximadamente 10 minutos, nos bombardearán de las tomas más “lindas” en las que he tenido la oportunidad de ver a este personaje.

Encontramos a nuestro niño albino aburrido en el templo, pues Nanami y Tomoe se encuentran en la escuela, y el está solo y abandonado en el templo esperando por su regreso. Los pequeños monstruos con la voz desesperante le dicen que tal vez Nanami quiere que primero se acostumbre a la cultura humana, antes de exponerlo a situaciones de su cotidianeidad. Es en ese momento que mientras ven la tele (asombroso que llegue la señal de cable al templo de una deidad) vislumbra a Kurama, la estrella pop del momento. Esto lo hace pensar que si este cuervo puede ser querido por todos los humanos, entonces para él también debe ser pan comido. De esta manera el niño serpiente irá en la búsqueda de jpopero para pedirle consejo.

Al pisar la gran mega ciudad que es Tokio, Mizuki se sorprende de lo cambiada que está desde la última vez que la pisó. El primer comentario que emitirá es cómo el aire de la ciudad no le permite respirar bien, apelando a la gran contaminación que sufre Tokio hoy en día ¿A caso Greenpeace financia KH? Y conforme avanza en su travesía para encontrarse con Kurama, millones de malas experiencias le pasarán.

Sin embargo, como en la mayoría de los animes, el personaje en problemas siempre se encuentra con aquel que lo sacará de apuros en el momento preciso. Antes de que el taxista llame a la policía porque el chico serpiente no tiene para pagar, el cuervo llega. Y de la manera más random, terminará metido en una de las fiestas importantes de Kurama. Fiesta en donde se cuestionará si finalmente encaja en este mundo, no sin antes emborracharse al probar lo que yo creo que era vino o sangría y mostrarme esto:

Porque esto es lo que viene…sí, lo siento x9

Esta parte concluirá con Mizuki siendo ayudado por una muchacha X afuera de la fiesta. Una muchacha provinciana que ha llegado a la gran ciudad recientemente, con el sueño de ser actriz. Su situación, similar a la de Mizuki, lo hace reflexionar. De esta manera agradece a la susodicha regalándole el sake que el mismo ha elaborado, un sake de dioses.

Al fin y al cabo, siento que es un arco relleno que pudo haber sido omitido, considerando del poco tiempo que queda para que se le de un final definitivo a esta serie.

II

La segunda parte de este episodio resulta en la cita en el parque de diversiones de nuestros dos protagonistas. Este hecho también logro asociarlo con el cliché de los shoujos, donde los parques de diversiones son una de las máximas celebridades. Y claro, que disfrute esta parte, aunque siendo sincera con ustedes, disfruté a Tomoe. Pero el punto clave que quisiera discutir es la personalidad de Nanami. Pues en este episodio no ha hecho más que reforzar la crítica que siempre le he hecho a las parejas conformadas por humano y yokai: Una chica de 16 años con un youkai de cientos de años me parece una relación algo complicada, por no decir otra cosa.

Este capítulo abre con una clara malinterpretación de Nanami sobre la “invitación” de Tomoe a tener una cita con ella en este colorido lugar shoujonesco. Claro está, que ya desde la mención de esta afirmación uno sospechaba que el zorro no podía haber lanzado esto de buenas a primeras. A esto se suma, que mientras Nanami hace una visita rápida al cuarto de su familiar para levantarlo, encuentra una horquilla tirada por allí, la que sospecha perteneció a Yukiji. Hecho que le mueve el piso.

Los dos protagonistas terminan pasando por uno de los principales problemas que cualquiera heroína pasa cuando lleva a su macho a pasear públicamente (xD). El protagonista masculino siempre es tan pero tan sexy que solo 5 minutos en espacios abiertos es suficiente para que los niveles de estrógeno de las féminas que lo rodean se eleven a niveles estratosféricos. Y como siempre, el cándido hombre termina teniendo gestos hacia sus fans que molestarán a nuestra heroína. No importa que sepamos que el yokai odia a los humanos, y que es totalmente clueless con respecto a las interacciones sociales humanas. A pesar de todo, encontramos aun Tomoe totalmente divertido y fascinado por las atracciones del parque. Como un pequeño niño que se estrena en este tipo de lugares. Cosa asombrosa viniendo de este tipo de personajes. Aunque más me sorprendieron los dotes de estilista del yooukai.

Sin embargo, NADA puede salir perfecto en una cita en los shoujos. Y Nanami malinterpretará el acercamiento de Tomoe a una muchacha. Es de esta manera que el tema de Yukiji explotará de los labios de nuestra protagonista a manera de reclamo. Tomoe se confundirá, pues como ya sabemos por el anterior capítulo, Mikage ha hecho olvidar a nuestro zorro del tema para impedir su muerte. Asumiendo que la protagonista no está enterada, le quito un poco de la culpa, al insistir y inculpar a Tomoe como un mentiroso.

Pero, algo que no me cuadra es la inmadurez quetiene Nanami con respecto a estos temas. Inmadurez que siempre me resultara latraba más importante para poderla aceptar como heroína shoujo aceptable. Podrá ser la Madre Teresa en muchas cosas, pero siempre cae en desatinos y en ciertas rabietas que me sacan de quicio y me hacen tacharla como no apta para andar tras un youkai de centurias.

Si bien al final todo terminará en Tomoe arreglando las cosas con ella, en nada menos que una escena dentro de la rueda de la fortuna, este episodio me dejó un sabor agridulce en la boca. Pues, si bien es hasta cierto punto entretenido (¿quién no quiere ver a Tomoe tan fresh?) no le veo la contribución a la trama. Y por eso espero que esten armándose una buena estructura para el final. No quiero un mamarracho.