Kimi ni Todoke

Hace algún buen tiempo hice una entrada sobre mi incursión en el mundo de Kimi ni Todoke, una especie de review el cual probablemente nadie leyó debido a lo poco conocido del blog en ese momento. La redacción, el formato, mi evaluación, las imágenes, TODO lo que estaba escrito allí no expresaban en su totalidad mi viaje a través de este shoujo tan emblemático. Así que sopórtenme una vez más y aguanten esta segunda versión de mis impresiones sobre este hermoso anime.

Era solo cuestión de tiempo para que empezara a ver la famosa Kimi ni Todoke pues había escuchado, visto y leído tanto de este manga – posteriormente anime y live action – que no me sorprendió caer en sus garras nuevamente.  Y la verdad, es que me arrepiento de no haberlo hecho antes, pues a pesar de considerarlo un típico shoujo, en tanto está lleno de varios clichés reconocibles, es uno de esos shoujos inocentes que hacen que mi corazón y mente, pese a toda la basura que ya tienen dentro, se exalte con esta historia de romance puro e idealizado.

Tengo 23 años y mi mente está tan podrida, desde hace tanto tiempo (vamos, la tenía podrida desde secundaria y ¡ustedes también!), que me sorprendió el que este shoujo me hiciera vibrar con un romance que encuentro ya totalmente utópico en la actualidad; sin embargo, a pesar de todo, Kimi ni Todoke me presentó una relación que me ha hecho vibrar y derretirme con cada uno de sus capítulos. Con personajes tan puros e inocentes como nuestros protagonistas, si bien llegué a desesperarme por la lentitud de sus “avance”, creo que no cambiaría nada de ellos ni de la forma que cobró su linda historia. Son dos temporadas las que tuve que esperar para ver que estuvieran juntos y que su único avance “real” fuese el tomarse de la mano o darse un abrazo y; sin embargo, esto fue suficiente para que me derritiera y brindara  por el amor verdadero.

Soy tan poca de shoujos, de historias románticas clichés y protagonistas débiles, pero ESTE ANIME ha roto todos estos prejuicios y me ha hecho enamorarme de Sawako, mientras lloraba, reía y celebraba cada paso que esta daba para poder hacer más amigos. Mientras que a pesar de que Kazehaya representa la perfección que siempre critico, es el príncipe “perfecto” que nunca odie, y probablemente nunca odie. Porque en su perfección nunca hizo nada para no merecer el amor de Sawako, haciendo que en ningún momento dejara de alentarlos. Kimi ni Todoke es una historia que sin culebrones irreales o drama innecesario por doquier, logro “Llegar a nosotros” de la manera más dulce posible. Con personajes principales  entrañables y secundarios maravillosos, un diseño con una paleta de colores pasteles hermosa, y una banda sonora preciosa. Uno de esos shoujos castos que valen la pena ver una y otra vez.

Production I.G fue la encargada de dar vida a esta historia de la mejor manera en la que puedo concebir. Las líneas suaves y lo poco recargado del dibujo le da el toque perfecto para relatar la historia de un romance de preparatoria. La paleta de colores suaves y pasteles te sumerge en esa atmósfera shoujo, pura e inocente, que tanto necesita la historia. Mientras que los paisajes, el fondo, me parecen bien trazados, cuidando los detalles esenciales para agradarme como no tiene idea. No logrará sacarme un grito de asombro de la animación, no tendrá escenas que luzcan un motion envidiable o diseños de personajes que asombren, pero Kimi ni Todoke es un anime de buena calidad animada que ha sabido como plasmar hermosas escenas que derriten tu corazón en cada segundo

La historia tiene una serie de clichés incial básico, entre ellos el de la historia de la chica-marginal  y chicho-popular. La relación entre Sawako y Kazakaya se resumiría en: El chico popular del instituto por azares del destino termina enamorándose de la chica más marginal de la clase, interés que cambiara la vida de la protagonista para mejor. La relación entre Chizuru y Ryu nos cuenta la historia del chico que está enamorado de la chica (amigos de infancia ambos), la cual a su vez está enamorada del hermano mayor del este.  Mientras que  Ayane, por otro lado es la típica chica bonita a la que le gustan los chicos mayores, ha salido con muchos, pero siempre termina dejándolos, aunque Ayane al final no es un personaje que vea, se desarrolle mucho en este anime.

Y a pesar de todo ello, creo que nunca en mi vida aprecié tanto estas situaciones como en Kimi ni Todoke. Porque a pesar de tener una premisa básica súper tocada en este género, logró sobresalir de todos los demás exponentes con creces y de la mejor manera posible. Con dos temporadas Kimi ni Todoke termina mostrándonos la evolución de nuestra protagonista que inició gracias a su encuentro con Kazehaya, el cual sirvió de principal soporte para su cambio y su felicidad. Cada temporada es hermosa por sí misma, ayudando a dar por finalizado el viaje de Sawako por ser aceptada, logrando no solo grandes amigos, sino también lograr estar junto a la persona que no solo admira, sino ama. Y sobre todo, Kazehaya termina también estando al lado de la chica que quiso y admiró desde el primer día de escuela. Una de esas pocas historias azucaradas que terminan verdaderamente derritiendo mi corazón de piedra.

Hay algo que debo reconocer de todos los personajes, y es que han sido todos bien logrados. Sawako, a pesar de su personalidad frágil y débi, y de su complicación por no poder hacer amigos, no es una protagonista que desespere por una vulnerabilidad desesperante. Es dentro de todo, una chica que no se rinde y que dentro de su inocencia, nunca se dará por vencida para poder ser más sociable. Kazehaya es por otro lado, si bien el principal interés romántico, el chico que dentro de su normalidad y realidad, es el «principe» que hasta yo concidero de los más perfecto e ideal. Mentiría si no admito ahora que Kazehaya es uno de esos chicos que una esperaría haberse encontrado en su vida secundaria.

Es al fin y al cabo el que le dará las fuerzas y ánimos a la protagonista para poder poco a poco encajar en la escuela. No es el bastardo frio, extraño y hasta violento que los shoujos nos tienen acostumbrado. Sawako no llega allí para cambiarlo y hacer que se enamore de ella perdidamente, es uno de esos pocos personajes masculinos que verdaderamente vale la pena en todos los sentidos de la palabra. Si bien su ingenuidad e inocencia hacen que el avance de su relación sea sumamente lenta e irreal hoy en día, representan esa clase de historia romántica que hace que me derrita de la dulzura (cosa difícil). Por otro lado, cada uno de los personajes secundarios han hecho un excelente papel de apoyo, teniendo grandes potencialidades para mostrarnos su propia historia. Me hubiese gustado que les dieran un poco más de tiempo en la pantalla, pues sus historias muchas veces son hasta más entretenidas que los de nuestra pareja principal, pero para eso está el manga.

El OP terminó adherido en mi cabeza, y de ella no saldrá en los próximos días. Debo decir que la música va de acorde con todo: la historia, el arte y los personajes. Muy precisa, de acordes suaves que iban conforme al ambiente inocente que trata de trasmitir este anime. Por lo que creo que si bien, no puedo decir que es un anime que me ha impresionado, sí puedo decir que está consolidado de tal manera que las cuatro partes esenciales que conforman una buena serie se complementan muy bien, es un anime shoujo bien sólido (no por nada estamos hablando de Kimi ni Todoke). La música encaja perfectamente en este rompecabezas. Ambos OP fueron hermosos, acompañados de una animación estupenda. Hechas por el mismo cantante, Tanizawa Tomofumi, Kimi ni Todoke (きみにとどけ) y  «Sawakaze (爽風)» son excelentes themes. Por otro lado nunca dejar de reconocer los hermosos ED,»Kataomoi (片想い)» de Chara y «Kimi ni Todoke…» de MAY’S. Finalmente, reconocer por siempre el talento innato de Namikawa Daisuke, al cual amo locamente, y Noto Mamiko quien se me ha hecho la tipificación de lo adorable.