Mientras leía el capítulo 34 del manga de Ao Haru Ride – y veía un suceso que pocas veces se ve en el shoujo – me puse a pensar en la trillada regla del triángulo amoroso que montones de mangas de este género manejan. Dentro del shoujo hay ciertas reglas claves que hacen que las tramas no involucren algún esfuerzo mental por parte de los lectores para predecir  cuál podría ser el desenlace de la historia. Quería comenzar a hablar de una regla shoujo-nesca que muchos conocemos a la perfección, y la cual ejemplificaré usando uno de mis mangas shoujos favoritos que actualmente siguen en publicación: Ao Haru Ride («El paseo de la primavera azul»)

Reglas del shoujo:

Una de las reglas del shoujo a los que nos tienen acostumbrados es, sin lugar a duda: Como heroína siempre te negarás la relación perfecta con el chico soñado, eligiendo al hdp por sobre todas las cosas. Y es que dentro de la variedad de triángulos amorosos que tenemos al alcance de nuestras manos, el que involucra a la protagonista, el protagonista y el príncipe de los sueños que será rechazado, es uno de los más populares. En el caso de Ao Haru Ride tenemos este triángulo entre Kou, Futaba y Kikuchi, el cual ha sido un eje importante estos últimos capítulos. Últimos capítulos en los que Kikuchi usaba la carta de «sanador de corazones» para convencer a Futaba de que lo más inteligente sería olvidarse de Kou, protagonista que por cierto había hecho varias pendejadas en anteriores capítulos, y elegirlo a él.

Y he aquí que entra a colación la dicotomía de personajes masculinos en el manga shoujo: El protagonista (El que se quedará con la chica) y el hombre-más-perfecto-sobre-la-tierra (el que NO se queda con la chica) Así que vayamos por partes.

A) El protagonista

Dísese del personaje masculino principal dentro del manga shoujo. Es aquel personaje que por lo general suele ser el primer interés romántico de la protagonista. Y también, en el 99.9% de los casos,  un sujeto algo dañado o con un problema que es lo que, evidentemente, meterá drama a la vida romántica de la heroína shoujo. Porque en un shoujo naaaaadaaaaa es tan fácil como podría ser, y el príncipe de tus sueños va a hacer cosas para ganarse el calificativo de hijo de la gran **** más de una vez.

En el caso de Ao Haru Ride, Kou es nuestro protagonista dañado. Si bien desde la escuela media Futaba y él pudieron ser happy ever after, el «destino cruel» hizo que la relación entre ellos nunca se iniciara. La muerte de la madre de Kou, todos los problemas psicológicos y familiares que se desencadenaron este trágico suceso, su contacto con una chica igual de trastocada que él (Narumi si no me equivoco) y lo cabeza dura que es este sujeto,  han hecho que en el transcurso del manga el hue*on tomara las decisiones más masoquistas y dañinas no solo para él mismo, sino para Futaba. Después de rechazarla simple y llanamente por todas las razones incorrectas, se dará cuenta que cometió un error, pues «Futaba es la única persona que puede sacarlo de ese agujero negro en el que se ha metido» #dramabitch

Y he aquí uno de los puntos cuestionables de manga shoujo sale a relucir en todo su esplendor: la jugada «Yo puedo salvarlo», el nacimiento del complejo de salvadora que se nos mete a las mujeres en la cabeza por todos los medios posibles. Porque muy en el fondo creo que cada una de nosotras tiene ese ligera debilidad por los chicos malos o los chicos algo inestables. Ese sentimiento de «yo lo cambiaré, yo lo rescataré» y viviremos felices para siempre, es algo que se va aprendiendo en las innumerables historias que nos meten en la cabeza y es algo que siempre critico en los mangas. (Por favor, no nos podemos ni manejar a nosotras mismas y pensamos que solucionaremos la vida de otra persona)

B) El que NO se queda con la chica

En estas historias suele aparecer un personaje masculino extra, el cual entra a la historia siempre en un momento en que la relación de los dos protagonistas tambalea de una forma y otra. Es ese chico amable, dulce, rozando la perfección, que por X razones termina rendido a los pies de la protagonista (Sí, nunca termino de comprender cómo se fijaron en la protagonista. Misterios de la vida). Es de esta manera que los mangas shoujos nos presentan al chico perfecto de la manera más dañina posible, porque evidentemente, por más perfecto para la protagonista que este pueda ser, por más correcto y bueno que sea, por más que esté más bueno que el pan, este tiene un 0.0000000001% de probabilidades de quedarse con la chica. Esta, contra toda lógica, yendo contra lo razonable, apelará a «En el corazón nadie manda» o «El amor no tiene lógica» y terminará eligiendo la ruta más dolorosa y dramática…eligiendo al protagonista y haciendo que quiera entrar a arrancarle la cabeza.

Kikuchi es este personaje en Ao Haru Ride. El chico que se enamoró de Futaba sinceramente, pese a saber que esta sufría por que esta tal vez nunca se olvide de Kou. Apelando a una táctica en donde la paciencia y sinceridad son su fuerte, Kikuchi quiere que Futaba olvide a Kou dándole a él una oportunidad. Y a pesar de que Kou haya terminado su relación con Narumi y esté listo para remediar las cosas con Futaba, el manga le da una oportunidad a Kikuchi de tener a la chica y servir como el clavo que sacará al anterior del corazón de Futaba. Pablito clavo un clavito, quién desclavó el clavito que clavó Pablito.

SIN EMBARGO….

¿Kikuchi se quedará con Futaba? Personalmente no lo creo, y apostaría a que la relación entre estos dos no durará mucho. Kikuchi corre grandes posibilidades de terminar con el corazón destrozado, o simplemente corre con el riesgo de que dentro de su bondad, acepte que la chica nunca lo amará tanto como a Kou. Por otro lado, el único impedimento para que los protagonistas estén juntos es Kikuchi, quien no se la pondrá tan fácil a Kou. #HellYeah! 

Finalmente, solo quería añadir el: «Chicas, la vida no es un shoujo» No saben cuantas chicas, amigas, no tan amigas, conocidas, parientes, etc. he conocido que hacen de su vida un drama por tener reglas como estas adheridas a su cabeza como un credo que rige la vida real. Por más que me guste leer Ao Haru Ride, siendo un manga que personalmente se posiciona entre mis preferidos, tengo en claro que es un manga diseñado para mostrarnos drama a montones. Si todas fuéramos heroínas de shoujo creo que las tasa de suicidio se elevarían al infinito y más allá. Nadie está para cambiar a alguien ni para sufrir por un hdp, y que así lo crean porque los dramas, novelas, películas, animes y mangas, repiten esta detestable regla, es una lástima. ¿Cuántos Kikuchis habremos dejado pasar?