Kyousougiga

Tres niños están atrapados en una extraña ciudad, en un Kyoto paralelo, en busca de un atípico  conejo que los ayude a regresar a casa. Koto, la mayor, parece tener una especie de conexión con este raro lugar gobernado por un monje, un demonio y un sacerdote.

• Tipo: TV
• Episodios: 10
• Año: 2013
• Estudio: Toei Animation
• Origen: Original
• Demografía: Indefinido
• Género: Acción, Fantasía, Sobrenatural
• Raiting: PG-13

Kyousougiga es un anime ‘fantástico‘ en toda la extensión de la palabra. Con un TRAILER (CLICK OBLIGATORIO) que me dejó encantada y saltando de la emoción, descubrí que este estreno otoñal era una profundización de 6 ONA que habían llegado años atrás (2011 y 2012).  ¿Debo ver las ONA? Es la pregunta que quiero contestar antes de continuar con mi desborde de amor por este anime. Afirmativo. Si bien son enrevesados, llenos de simbolismos bien hilados y secuencias que dejan al telespectador preguntándose #WTF ¿Qué acabo de ver? Estos son definitivamente una introducción maestra a la serie de 10 episodios que expondrá más ¿claramente? la historia de este extraño Kyoto al otro lado del espejo y de la familia peculiar que gobierna este lugar. Profundizando en la historia de cada personaje, con mucho simbolismo de por medio y misterios que te dejan ansiando mucho más, el anime sigue la línea de sus ONA, pero siguiendo una historia más perceptible para la gran mayoría y respondiendo las preguntas que muchos nos hicimos la primera vez que caímos en su desborde de locura visual y argumental

Con la seguridad de que estaba viendo una obra que transpiraba Lewis Carroll por todas sus extensiones, me subí al vagón de la locura y colores de Kyousougiga sin saber lo que me esperaba. Y ¡Vaya! Menudas alegrías que pasé con cada uno de sus episodios. Porque eso sí, queridos lectores, este anime no ha tenido un solo capítulo que no llegara a tocar cada fibra de mi ser y de la manera más jodidamente insana que puede existir. Considerando que uno de mis animes favoritos es Mawaru Penguindrum, lleno de simbolismos y con una forma narrativa más madura que Kyousougiga, esta clase de animes es un manjar para mí. Llenos de saltos temporales, misterios que solamente se resolverán en un clímax espectacular, fantasía al límite entremezclada con folclor, ideología oriental o tramas y personajes más complejas de lo que imaginamos en un principio, este tipo de animes son los que me hacen decir «Joder, por ESTO es que veo anime»  Y si bien mi amor irrefutable está cargado de subjetividad, pues efectivamente este tipo de animes mueve mi ser, no pongo a duda que este anime ha sido hermosamente compuesto y merece ser reconocido.

Acompaña a Koto en su ‘búsqueda’ por el conejo negro que la podrá sacar de esas extrañas tierras en las que irrumpió, mientras conoces la historia de aquella familia tan fantástica y misteriosa. Esta ha sido la aventura del año, sin lugar a duda. No necesitó giros argumentales y acción al límite, no necesito de romance desbordante, no necesitó de robots gigantes, no necesitó de elementos cómicos cada dos por tres, no necesitó de ninguno de los clichés que abundan en el anime para hacer que mi corazón vibrara cada segundo. La complejidad de cada uno de sus personajes, los secretos, sabiduría, y misterios que cada uno de ellos encarna; la maravillosa consistencia que la historia alcanza en solo DIEZ episodios; y, por si fuera poco, todos los #feels que hizo que mantuviera en mi pecho, hicieron que esa loca capital me introdujera en un mundo del que nunca desee salir. Un anime que está en la pequeña lista de series que hay que re-ver, pues con cada vista encontrarás más significados escondidos, digna para un análisis completo. Toei, nunca lo pensé de ti, pero lo lograste a lo grande.

Toei es la caza productora de varios clásicos aka. Drangon Ball, Saint Seiya, One Piece, Sailor Moon o Digimon. Sin embargo, me atrevería a decir que no es un estudio del que espere tener mi serie favorita o que me deslumbre con su animación. Sin embargo, con Kyousougiga me demostró cuan equivocada estaba y de lo que es capaz esta casa productora. Sin la animación hermosísima de cada uno de los episodios, este anime no hubiese sido el mismo. La ambientación, el despliegue de colores, el gran diseño de personajes emblemáticos, la escenografía sublime y todos los elementos fantásticos que desbordan en este tipo de anime, han sido orgasmo visual. Es impresionante como se ha logrado animar tremenda serie, llena de fantasía y locura de tal manera que haya quedado enamorada del estilo que se ha manejado. Sublime y punto.

 

En el apartado argumental he quedado más que satisfecha con Kyousougiga. Para tener 10 episodios me ha trasmitido más que muchas series de 12, 24 o hasta 500 episodios, que existen en el medio. Es la historia de una familia, como bien lo dicen en la introducción de la serie,  extraña y de lo más peculiar (aunque no por eso menos entrañable).  La historia se cuenta de una manera sumamente entretenida, mezclando el pasado y el presente de una manera bien pensada, haciendo que el espectador entienda poco a poco la complejidad de cada uno de los personajes y develando los misterios o complejos problemas que cada uno guarda en su interior. La llegada de Koto es el detonante de todo y la conexión de el misterioso mundo de Kyoto del espejo con otras extrañas dimensiones. ¿Quién es Koto? ¿Quién es el conejo al que buscan? ¿Quién es Myoue? ¿Podrán encontrar a sus padres? ¿Podrán salir de esta ciudad alguna vez? ¿Podrá esta familia reunirse y vivir felices par siempre? Fantasía, teología, folclor japonés, referencias la obra emblemática de Lewis Carroll; toda esta complejidad condensada maestramente en 10 capítulos entrañables y sumamente bien compuestos.

 

He leído por muchas partes que con 10 capítulos no se logró una profundidad de personajes o que por ello resultó  imposible encariñarse con ellos…¿QUÉ? ¿Me están bromeando? No sé que vieron ellos, pero yo les puedo decir lo que yo sentí y vi: Un elenco profundo y sumamente complejo de personajes entrañables. Cada uno de los miembros de la familia ha tenido para mí una profundidad palpable. Hemos visto sus miedos, sus preocupaciones, su pasado sombrío, sus deseos y sobre todo, los hemos visto crecer en con cada uno de los capítulos. No hay personaje prescindible, pues todos cumplen un papel clave para poder llegar al hermoso clímax de la serie. Con cada capítulo aprendemos un poco más de ellos y muchas veces los comprendemos profundamente. Son personajes sumamente bien elaborados y sólidos, desde mi humilde punto de vista.

Myoue II y Koto II son definitivamente los ejes de de la historia, siendo Koto la que da cuerda a todo y la que hace que Myoue, el verdadero personaje principal, cumpla finalmente con su propósito.   Kurama y Yase, como dos creaciones  ficticias de la mano de su padre, fueron muchas veces más humanos que sus hermanos, siendo claves para muchos puntos interesantes dentro de la serie. Y ni que hablar de los «padres del año», Myoue I y Koto I no solo protagonizaron una de las mejores historias de amor de la temporada, sino que estuvieron rodeados de misterios y de las más impactantes revelaciones finales. Me he sentido identificada y tocada por cada una de sus historias de una manera hermosa. No hablo de algunos otros personajes secundarios por no dar spoiler y alentarlos a que vean este magnífico anime.

«Koko (ココ)» de Tamurapan es un OP hermoso, uno de los más hermosos de la temporada, musicalmente impactante y con una animación llena de significados ocultos.  «Shissou Ginga (疾走銀河)» de TEPPAN es el ED, y si bien creo que hubiese sido magnífico que lo animaran como al OP, no me quejo de él para nada. Sin embargo, es el OST el que es mágico, en toda la extensión de la palabra. Finalmente, Kugimiya Rie, te amo locamente. A ella y a todo el cast la verdad.