Noragami

Noragami fue para mí la sorpresa de la temporada. No porque haya sido el mejor anime del invierno o porque mágicamente se posicionase entre mis animes favoritos de toda la vida, sino porque no me lo veía venir ni de a leguas. Bones sacó este anime en paralelo con Space Dandy, una de las producciones más ambiciosas y esperadas por toda la comunidad desde su anuncio tiempo atrás. Personalmente saber que Bones además iba a sacar otro anime en paralelo, teniendo en cuenta que su presupuesto y su atención estaban puestos en el dandy del espacio me hacían dudar de la segunda serie a cargo de esta casa productora. Pero con su estreno, uf, vaya sorpresa que nos llevamos.

Noragami presenta una historia que mezcla de una manera correcta la comedia con el lado oscuro de un mundo de dioses nipones, narrando las aventuras del misterioso Dios Yato en su búsqueda por llegar a ser un Dios mayor. Con una narrativa fluida que combina la acción justa, los momentos estelares de un protagonista masculino que se roba el show, y lo dramático en igual proporciones, lo disfrute mucho. Noragami llegó para ser un anime que me acompañó cada semana y me brindó muy buenos momentos con sus gags envueltos siempre en esa atmósfera oscura que nunca dejó de ser parte de la serie y que, particularmente fue lo que más me llamó la atención de esta.

Bones no nos falló con la animación y ni hablar de la banda sonora, que es una de las mejores composiciones musicales de su temporada. En términos de historia entretiene y cumple su objetivo, pues presenta un mundo de dioses que, si bien presentan las típicas peleas sobrenaturales entre deidades y espíritus o entidades malignas, se entremezcla con historias interesantes sobre varios problemas sociales importantes no solo en Japón, sino en el mundo entero, como la depresión, el suicidio o el bullying.

Sin embargo,  llega a ser una historia que nunca llega a tener un sentido, en tanto no hay claro un objetivo final o un motor de eventos.  Y tal vez es en este punto en el que tiene sus mayores fallos, la consistencia argumental que no se logra a lo largo de la serie, los misterios que no permiten tener un mejor entendimiento de los personajes, y el cierre que se le da, que pese a ser una manera inteligente de poner un punto (¿Aparte? ¿Final?) a la serie, no hizo que la serie explotara todo el potencial que mostró tener desde un inicio.

Arte

La animación es un apartado que nadie puede ignorar en este anime, pues desde sus primeros episodios es uno de los primeros factores que impacta y que te hacen abrir los ojos. No solo el diseño de personajes es muy bueno (creo que las caras de Yato han sido la estrella del programa a leguas de distancia y solo por ellas se merecen un aplauso mio), sino que probablemente es la paleta de colores lo que más me gustó. Los detalles son también bellos, pues crean la atmósfera perfecta para cada situación siempre. Y vamos, las escenas de batalla siempre demostraron tener un nivel de fluidez muy bueno que nunca dejó de impactarme y emocionarme. Bones, sí, últimamente lo está haciendo tan bien que vuelvo a re descubrir mi amor por el estudio en términos visuales.

Historia

Como ya antes había mencionado creo que la historia tiene algunos fallos que no le permitieron alcanzar el nivel suficiente para terminar deslumbrando por completo. Si bien tiene una apertura interesante y continua poco a poco con historias oscuras (como ya dije, problemas de gente suicida, deprimida, espíritus abandonados que terminan llenos de odio o estudiantes que sufre de bullying, entre otros) pero bien estructuradas, nunca se logra crear una base que le dé un sentido total a la trama. Si bien poco a poco vamos a encontrar que Yato guarda muchos misterios, estos nunca se revelan del todo y al final no existe un motor concreto que le dé sentido a la serie. Pues, si bien siempre existe el eterno propósito de Yato de ser un Dios “más popular” y el hecho de hacer que Hiyori regrese a su forma normal, estos dos puntos no proporcionan  un motor que pueda mantener la trama sin hacer que en cierto punto el espectador pueda preguntarse sobre el verdadero sentido a la travesía, un motivo u objetivo final.

Sin embargo, no por ello deja de ser una historia atrapante y que pueda hacerte disfrutar. Cada historia me pareció muy buena, una excelente forma de comenzar la serie y de familiarizarte con el mundo y sobre todo con los personajes. Posteriormente, la saga de Yukine, a mí me gustó mucho pues ayudó a mostrarnos un poco sobre la naturaleza de los Regalia y del universo en que estos viven. El drama como parte importante de la trama, que me atrajo principalmente por el ambiente medio oscuro y melancólico que siempre se sobrepuso a la comedia, es lo que me llamaba más la atención y por ello el arco del rubio me pareció importante. Finalmente, el final sí me dejó con sentimientos encontrados, pues si bien es cliché y predecible no creo que deje de ser correcto dentro de los cánones con los que se decidió dar por finalizada la serie. En conclusión, me gustó la trama pero siento que pudo ser a leguas mejor pues dejaron muchos misterios sin resolver. Claro, si hubiese una segunda temporada podrían poner concretar lo que se empezó y hacerme comer mis palabras.

Personajes

Los personajes de Noragami, bueno, debería decir el gran personaje de Noragami. Yato es un ser que se roba el show en casi todos los capítulos. El factor comedia que insertaba tenía tan buen nivel que no me sorprendí cuando se convirtió en mi personaje masculino favorito de esta temporada de lejos. Sin embargo, creo que sería un pecado solo mencionar lo gracioso que es Yato, pues es un personaje que con cada capítulo empieza a ser más complejo de lo que imaginábamos, teniendo un pasado lleno de misterios que lamentablemente nunca se develan del todo. Y esto es algo que le quita varios puntos, pues nunca llegamos a saber mucho de él, llegando a solo ser recordado por su personalidad excéntrica y sus intervenciones de los más #ROFLMAO. Aparte de Yato probablemente no recordaré otro personaje, pero eso no quiere decir que sus intervenciones no me hayan gustado, me parecieron buenos.

Yukine, sé que se ganó el odió de muchos y su arco se convirtió en ese fragmento lo que hizo que varios terminaran decepcionados con el anime, cosa que puedo llegar a entender en cierto modo. Sin embargo, creo que Yukine es un personaje también complejo que tenía mucho para explotar. Los misterios de su muerte, los traumas que aún debe tener, la inseguridad que enfrenta al convertirse en un Regalia. Hay tantos factores que lo hace algo más que “Kaji Yuki” gritando descontroladamente, de verdad. Y su arco, como ya dije me pareció muy necesario y muy bien adaptado. Finalmente, Hiyori, si bien no logra explotar como protagonista por ese final que la deja como la típica protagonista en peligro, tuvo un comienzo interesante que en ningún momento la hizo ser repudiada por mí. Y ni hablar de los otros dioses, de verdad me hubiese saber más de ellos pues tuvieron grandes intervenciones que se quedaron en eso, dejándolos como secundarios que estimo.

Música

El mejor apartado del anime, sin lugar a duda, es el musical. Comenzando por sus themes principales. Goya no Machiawase (午夜の待ち合わせ) de Hello Sleepwalkers es mi OP favorito de la temporada y lo considero espectacular. Y Heart Realize (ハートリアライズ) de Tia como ED es lindo (me encantó como sonó en el último episodio). Si seguimos con el cast, vamos, es un cast que ha hecho su trabajo como profesionales que son, un cast de primer nivel . Cállense todos con las quejas de Yuki Kaji, de verdad, pese a que entiendo que últimamente están saturándonos con él (después de tenerlo gritando «»殺してやる» (koroshite yaru) en Shingeki, entiendo eso, de verdad), para mí es un buen profesional y hizo un buen trabajo ¿Quién iría a hacer mejor a un chiquillo con problemas psicológicos y una pataleta más que él? Y ni hablar de Kamiya Hiroshi, Fukuyama Jun u Onoda Daisuke, mencionando también a Uchida Maaya que ha estuvo impecable.  Y, como cereza, el OST ha sido la estrella del programa.  Iwasaki Taku mis respetos y mi amor eterno.