Kamigami no Asobi

La historia gira en torno a Yui Kusanagi, una chica a la que Zeus, un dios y director de la escuela que ha creado, a ordenado que enseñe el valor del amor a un buen puñado de dioses tan jóvenes como guapos. El motivo de Zeus para hacer esto es cancelar los efectos negativos del cada vez más debilitado lazo entre el mundo divino y el mundo de los humanos.

Kamigami no Asobi es un harem inverso, y como tal debe ser concebido en todo momento, especialmente a la hora de decidir darle o no una oportunidad. ¿Qué quiere decir? Que tendremos a una chica a la que por azares del destino le caerá un puñado de chicos más buenos que el pan en su vida, chicos que de alguna u otra forma terminarán haciéndola la receptora «de sus más puros sentimientos». El harem inverso es un género que desde hace ya mucho tiempo ha entrado en un tedioso circulo vicioso del cual solo un pequeño puñado de afortunados logra salir airoso. Ganándose el desprecio de una gran mayoría, me incluyo, por las tramas sosas, protagonistas insufribles y la utilización de clichés sin sentido, uno cada vez más absurdos que el anterior; es un género que ha generado anticuerpos con justa razón. Cada temporada me preguntaba si algún día llegaría un anime dentro de género que finalmente me hiciera sucumbir a sus encantos para que, por lo menos, me dignara a terminar de ver la propuesta. ¡Y Finalmente! Kamigami no Asobi lo logró de una manera bastante peculiar.

Me he reído con este grupo de idiotas fabulosos, con sus transformaciones sailormoonescas, sus ocurrencias demenciales (dorks a más no poder) y la forma de llevar el cliché a niveles tan ridículamente encantadores . Ha sido una gran sorpresa encontrarme con un harem inverso, que dentro de las limitaciones del género, lograra proporcional lo justo y necesario: Un montón de bichies estereotipos, escenas medias dokidoki, una protagonista con algo de personalidad (¡Por fin!), sazonado con escenas medias homo (¡Qué esto por poco y se transforma en un BaldrxLoki for good sake!), y un despliegue de ridiculeces que en vez de molestar llegan a sacarte más de una carcajada (Si sabes que no vas a ser bueno por lo menos haz al público reír). Es una buena propuesta que, siguiendo la linea de Uta no Prince-sama, logra hacerle pasar un buen rato a cualquiera que le entre al género. Y con ello quiero remarcar que es un HAREM INVERSO y aquello marca la linea del anime desde un inicio. No le pidan peras al olmo o se torturen en un género que no van a disfrutar de ante mano.

Siendo la primera obra dirigida por Tomoyuki Kawamura podría causar ciertas dudas, pero al leer nombres como Tomoko Konparu (Series Composition) y un conjunto de personas del staff con experiencia en el género, y ligados en gran parte a la ya exitosa Uta no Prince-sama, podíamos saber más o menos qué nos esperaba. Ligada además con la ya conocida compañía Broccoli, de la mano con el estudio Brains Base, se logró sacar este anime que para mí, en vez de hacerme despotricar contra el género, me divirtió en cada momento de lo ridículo que podía ser.

Brains Base fue el estudio encargado de llevar la historia a la pantalla. Un estudio, si bien no espectacular (no es de mis favoritos), con buenas obras en su haber [Mawaru Penguindrum, Kuragehime, Durarara!! o Natsume Yuujinshou] y un estilo que no incomoda. No puedo decir que me hayan deslumbrado en el apartado artístico, después de todo hubo episodios donde se notó un bajón de calidad. Pero es comprensible dado que en su temporada (Primaver 2014) el estudio tuvo varios proyectos y definitivamente, por el el tipo de anime que es Kamigami no Asobi, el presupuesto no lo iba a beneficiar del todo. Sin embargo, globalmente logró proporcionar un apartado visual atractivo y de acorde con el género. Los diseños de personaje, que es probablemente lo más importante en este anime por obvias razones [¡BISHOUNEN!], me lograron satisfacer, mientras que tal vez uno de los mayores ¿epicwin? que lograron fue el de desarrollar las mejores transformaciones de mahou¿shounen? que he tenido la oportunidad de ver.

 Yui, nuestra protagonista, es un chica normal que está lista para comenzar el año escolar. Sin embargo, se encontrará siendo seleccionada por Zeus para ser la representante de la humanidad en una escuela donde asistirán un conjunto de dioses [nórdicos, griegos, japoneses y egipcios]. ¿La razón? Los dioses han ido olvidando, por varias razones, el lazo que los une con los humanos, y Yui deberá ayudarlos a recordarlo. De esta manera, la chica se verá forzada a tratar con este conjunto de chicos de peculiares características para tratar de vivir una vida humana escolar que los haga entender un poco más sobre la humanidad.  Y así comienza la historia, siguiendo los pasos típicos del género

• Chica normal termina en una situación extraña
• Un grupo de chicos deslumbrantes, cada uno representando un estereotipo de bishounen, terminan entrelazando sus vidas con ella.
• Cada capítulo la chica conocerá más y más a uno de los chicos, siguiendo parte de su «ruta» y haciendo que cada uno empiece a interesarse más y más por ella.

Sin embargo, lo que tiene Kamigami no Asobi aparte de  escenas #WTF que te dejan riendo a carcajada limpia son: Una protagonista con algo de personalidad y un desenlace que termina siendo bien elaborado, desde mi punto de vista,  el cual te deja con la sensación de haber cerrado la historia de la mejor manera. Dentro de lo típico, el anime logra estampar su propio sello #WTF #Imfaboluos #TanIdiotasquesonGeniales y hacer pasar un buen rato.

Cumpliendo lo pactado hace trillones de años, tenemos dos categorías de personajes: La protagonista y los bishounen. Por un lado el grupo de pretendientes cumple las fórmulas matemáticas del otome. El goodguy (o el idiota) que termina siendo Apollo; el simpático (the bimbo o medio yandere también), Baldr #fabulous; Hades cumpliendo su rol como el protagonista  del pasado oscuro (gloomy); el tsundere interpretado por Takeru; su hermano Tsukito siendo el kuudere dork del anime; el chico malo que nunca falta interpretado por Loki; EL SENSEI que terminó siendo Toth con sus acorralamientos contra la pared que marcaron todo el anime; y los que no tuvieron ruta pero que también encantaron al ser bonus interesantes, Thor (Especialmente), Dionisio y Anubis (bueno, y asumo que Zeus que hasta tenia dos papeles: el loli y el entrado en años). Un grupo interesante, nada del otro mundo, pero con los que puedes terminar encariñándote y hasta disfrutando de sus intervenciones.

Un buen agregado, que creo que es lo que mejor le hizo a la trama, fue Yui. No les voy a decir que se una excelente protagonista, pero si es una de las pocas que logra no desesperarte desde un inicio. El problema de las protagonistas en un otome es su falta de personalidad, dado que en realidad al basarse en un juego donde no tienen un diálogo definido al ser el personaje diseñado para que se adapten a la ruta dependiendo del jugador. Sin embargo, Yui es un personaje que dentro de todo es consistente y no me logró aburrir en ningún momento, cosa que considero un hitazo total. Eso si, Melissa fue un agregado que NUNCA debieron meter.

PD: Rutas favoritas: La del tsundere de Takeru, Hades un #EPICWIN en todas sus «intervenciones» y definitivamente alguien debe hacer un spin-off de BaldrYanderexLokixYui.

Como ya es típico de esta clase de anime los seiyuus toman siempre el protagonismo en este apartado. Es casi una regla tácita el que en un harem reverso tienes que invertir en seiyuus populares: Irino Miyu, Ono Daisuke, Kamiya Hiroshi, Toyonaga Toshiyuki, Hosoya Yoshimasa, entre otros, dieron vida a los personajes. Voces que, vamos, atraen a un gran público femenino, pero que como siempre no logran aportar nada nuevo al ya conocido CV de cada uno de los seiyuus. Y con ello entramos a la ya conocida versión de los temas principales cantada por ellos  TILL THE END, como OP, y REASON FOR…, como ED. Contrariamente a la animadversión que me producen normalmente estas versiones, estas me parecen aceptables y hasta cierto punto disfrutables. Por otro lado, no hay nada que pueda decir del OST, ni negativo ni positivo.