No Game No Life

Los hermanos Sora y Shiro son un par de hikikomori, quienes juntos forman a 『　　』 (Kūhaku (空白, literalmente «espacio en blanco»)), un jugador en línea invencible y una leyenda urbana. Ambos consideran al mundo real como un «Kusoge» traducido como «juego basura». Fueron invitados por un chico que se hace llamar «Dios» a su mundo de fantasía donde tiene prohibida toda violencia y guerra entre las dieciséis razas inteligentes viviendo allí; en lugar de ello, todo se decide a través de juegos. Los hermanos se encuentran a los aspirantes a salvadores de la humanidad (Imanity), quienes clasifican como decimosexto entre las razas y han sido reducidos a una única ciudad restante.

Amado y odiado, No Game No Life es uno de esos animes polarizantes que salen cada año. Acogiendo tanto a gente que lo idolatra como lo mejor que ha llegado desde hace algún tiempo, entreteniendo perfectamente al público , y a gente que lo odia  calificándolo como un típico anime basura que pese a tener una serie de fallas garrafales y un utilización de recursos que son considerados como lo peor de la industria tiene fama inmerecida. ¿Qué creo yo? Para responder a la pregunta debemos ir por partes.

No Game No Life se basa en una serie de novelas ligeras japonesas, siendo lo más pintoresco su autor. El escritor e ilustrador de estas es Thiago Furukawa Lucas (aka. Yuu Kamiya), un sujeto de origen brasileño naturalizado como japonés. Su creación empezó a publicarse en abril del 2012 y continúa hasta la fecha, contando hasta el momento con seis volúmenes. Su popularidad también hizo que casi un año después, en enero del 2013 se hiciera una adaptación al manga  y que, en abril del 2014, se comenzara a emitir esta adaptación animada.

Cubierto bajo el manto de Madhouse que apostó por esta obra que prometía grandes ingresos (y creo que no se equivocó), llega este anime de la dirección de Ishizuka Atsuko [Sakurasou no Pet na Kanojo, Tsuki no Waltz y Hanayamata], conjuntamente con Hanada Jukki [metido en una variedad enorme de obras que van desde Chuunibyou hasta Steins;Gate] encargado de la composición de la serie y un gran staff con una experiencia basta. Y he aquí que creo que nace el primer acierto del anime, lograr una casa productora de talla y que se acomode perfectamente a la historia que se quiere plantear; sumando un conjunto de personas capaces que lograron poner en escena esta historia que dentro de la propuesta genérica que plantea (vamos, que lo es) termina siendo llevado dentro de todo, eficientemente (en contraste con varios de sus compañeros de género).

Para mí, es un anime que tiene sus puntos buenos, los que lo hacen hasta cierto punto un anime entretenido y que se alza como rescatable dentro del mundo de la adaptación de novela ligera dirigida a la cultura otaku-gamer (hay algunas que dan pena ajena). Sin embargo, también tiene grandes falencias e inconsistencias que no lo hacen la obra maestra que la gran mayoría indica en varios rankings, y es algo que creo que muchos harían mal en tratar de negar. Si bien creo es una serie que entretiene y tiene sus mejores momentos en la evocación de elementos de la cultura gamer-otaku-friki en forma de elemento cómico [Hay unos buenos gags y buen uso de recursos que hacen que todos aquellos entendidos en esta cultura puedan rescatar y disfrutar, en mayor o menor medida], también me dejó mucho que desear en tanto a trama (la cual me decepcionó conforme avanzó la serie) y especialmente en tanto a solidez de los personajes.

En este sentido no voy a negar que dentro de todo  no me arrepiento de haberla elegido de entre los estrenos de temporada y haberla terminado [Les digo que de darse una segunda temporada, que SI creo que se va a dar, yo la vería]. Tuvo buenos momentos y escenas que me hicieron sonreír, cosa que no voy a ocultar. Sin embargo, conforme avanza la trama va cayendo en la repetición, en la re-utilización de elementos ecchi/fanservice bien cuestionados y que generan anticuerpos en varias personas, cosa que no ayuda mucho a tomar en serio a un planteamiento que pudo explotar y ser memorable al darle menos importancia a las escenas de baño y un poco más de seriedad a los momentos de juego (de verdad creo que si hubiese tenido momentos de estrategias serias entonces otro hubiese sido el cantar) o a los momentos que dieran más solidez personajes más allá de Sora.

Como siempre, Madhouse apoyando una animación diferente. Hasta el momento, creo que nunca me cansaré de mencionar cómo esta casa de estudio apoya diversos estilos de animación de tal manera que nunca se encasilla a un planteamiento que le de un sello rígido. Dentro de todo, este estudio de animación siempre logra sacar propuestas que involucran un trabajo de calidad, sea o no del agrado de la mayoría. En ese sentido, y para no extenderme mucho en palabrerías que al final no dicen nada interesante, les puedo decir que:

1. Sí me desesperaron los filtros que se usaron. Creo que pudieron quitarle unos cuantos para hacerlo aceptable a mis ojos, pero tampoco fue un pecado grave que merezca excomunión.
2. Creo que dentro de todo se logró lo que el anime planteaba: un ambiente fantasioso dentro de un juego que acompañaba bien la trama. En ese sentido, los colores fuertes, resaltantes, me parecieron una buena elección, al igual que la construcción de los escenarios dentro del universo NGNL. Y en ello, la propuesta y la casa de animación me parecen las adecuadas para el trabajo.
3. El diseño de personajes es un tema que encuentro ya más personal. Se privilegia mucho al  fanservice (tanto en exposición de carne y en tratar de resaltar lo moe-loli de los personajes femeninos) en tanto es un punto importante de la trama. Sin embargo, personalmente estos elementos no son tanto de mi agrado y no me «impresionaron» en ningún momento (cosa que a los amantes del género, que quieran ver más carne de Stephanie Dora/Jibril o más escenas loli de Shiro si pueden rescatar como un plus,  que está bien ya que ese es el punto).

La historia es sencilla. En resumen un par de antisociales gamers terminan siendo arrastrados a un mundo fantástico en el que, gracias a su habilidades innatas que los hacen especiales y súper awesome en este apartado, los convierte en los representantes de la humanidad. Para poder enfrentarse al dios del juego, ese que los encerró en este extraño mundo, tendrán que ganarle a las otras razas que conforman el universo NGNL. En este sentido cumple con algunos principios esenciales de este tipo de animes:

1. Los personajes desadaptados sociales pero con grandes dotes gamer que los hace cercanos al público otaku, estereotípicamente : En el caso de este anime vamos a tener un par de hermanos que son Hikikimori [ Un término japonés para referirse al fenómeno social donde la persona afectada escoge abandonar la vida social; a menudo buscando un grados extremos de aislamiento y confinamiento, debido a varios factores personales y sociales en sus vidas; es decir, personas que se recluyen del mundo exterior decidiendo no salir de su casa, rehusando el contacto humano total], un par de frikis que además son unos gamers badass.
2. Un vuelco en sus vidas que los hace caer en un mundo fantásticos en donde solo ellos harán la diferencia: En este sentido, estos dos hermanos terminan cayendo en este extraño mundo gobernado por Tet. Un mundo en donde todo se decide a través del juego, cosa en la que nuestros protagonistas son expertos y que los llevará prontamente a ser los reyes de la raza humana.
3. Un planteamiento que apela al juego ya conocido por muchos: Protagonistas que tienen que vencer a diferentes líderes para finalmente llegar al jefe final. Los arcos se basan en ello, en cómo los protagonistas empiezan a juntar las piezas para vencer a cada uno de sus nuevos rivales a través de diversas estrategias, todo con el objetivo de llegar al Tet.
4. Se suma elementos de la cultura otaku y fanservice: Guiños que encantan adornados por referencias fanserviceras de las más comunes dentro del género: ecchi, lolis, insinuaciones incestuosas.

Pese a plantear esta estructura ya conocida, tiene su acierto en plantearlos de una manera adecuada, agarrándose principalmente del factor cómico y la utilización de elementos de referencia otaku en hints muchas veces precisos. Creo que uno de sus principales errores para mí como espectadora, aparte de la sobre explotación del fanservice que llega a incomodar y molestar la mayoría, no por ser fanservice, sino porque este llega a ser repetitivos y poco original [La escena del baño…¿De verdad era tan necesario tantas escenas en el baño para «cofraternizar? ¿No habían más recursos?], es que pudo darle más consistencia al factor estrategia en juegos. Verlos jugar propiamente dicho, mostrándonos estrategias que  DE VERDAD te dejaran sorprendido por la habilidad de los protagonistas. Y no es que no entienda que el anime plantea llevarlo a lo cómico y al «no me tomes en serio»  como principal arma, pero de verdad me hubiese gustado tener este factor estrategia desarrollado más. No le pedía ser el próximo Death Note, pero un poco más de seriedad en las escenas de juego lo hubiese sacado de lo común y lo adecuado, que es en lo que se quedó para mí.

Este es el apartado en el que creo que este anime tiene más fallas ¿Hay algún personaje relevante más allá de Sora? Díganme porque no lo encuentro.

Sora es probablemente el único personaje que de verdad logra plantar cara a la audiencia a través de su personalidad, de sus momentos cómicos y épicos en igual medida. Es el que mueve la serie y el que se posiciona como principal, dueño de las soluciones, pieza clave de las victorias y poseedor de un harem que se irá acrecentando en cada episodio. Es una lástima que dentro de todo Shiro, su hermana, comience planteándose como una genio capaz de derrotar a su hermano (la única capaz de ello además) pero que al final en realidad nunca la veamos concretar nada, siendo siempre Sora el que solucione todas las situaciones en las que se encuentran. Shiro termina siendo más un recurso harem, tomando el papel de la hermana loli-incestuosa, más que la gamer awesome que en un principio se plantea. Triste pero cierto. Finalmente, todo los demás personajes terminan colaborando con la trama pero sin brillar en ningún momento. Más dispuestas (sí, porque el 95% de los personajes eran femeninos) a mostrar carnes y escenas picantes, que como repito es normal dado el tipo de anime que es, pero cuya conformación a lo largo de la serie no logra hacerlas resaltar demasiado.

La única pieza que de verdad quiero destacar es el OP,  «This game» de Konomi Suzuki, una pieza que me ha gustado en todos los aspectos (tanto en el musical y como en la animación), y que considero dentro de los mejores diez OP de la temporada. El ED, Oracion (オラシオン), cantado por la seiyuu de Shiro (Ai Kayano), pese a que me parece agradable y una pieza correcta, no me ha parecido memorable o digna de resaltar. El OST es un conjunto de melodías que tratan de brindar el ambiente lúdico que la serie propone; sin embargo, no es un OST que resalte y que te haga notarlo. Finalmente, no tengo mucho que decir de los seiyuus, salvo que como ya se notaba es un conjunto de buenos profesionales, que tienen un registro de interpretaciones amplio y bueno. No tengo un seiyuu que resaltar, salvo tal vez a Ai Kayano por su bonita interpretación de ED o, como nota graciosa,  mencionar que el seiyuu de Sora es nada más y nada menos que Matsuoka Yoshitsugu (el mismo de Kirito).