Shingeki no Bahamut: Genesis

Argumento

Mistarcia es un mundo mágico donde los seres humanos, dioses y demonios se mezclan juntos. En el pasado, el negro y plata con alas Bahamut ha amenazado con destruir a las tierra, pero los seres humanos, dioses y demonios superaron sus diferencias para luchar juntos y sellar su poder. La clave para ese sello se dividió en dos, una mitad dado a los dioses y el otro a los demonios, de modo que nunca se unirían y Bahamut nunca lanzado. Ahora, 2 mil años más tarde, el mundo está en una época de paz – hasta el día de una mujer humana roba la mitad de los dioses de la llave.

• Tipo: Serie
• Año: 2014
• Episodios: 12
• Estudio: MAPPA
• Demografía: Indefinida [Juego]
• Géneros: Acción, Aventura, Fantasía, Sobrenatural
• Rating: R-17+

De la mano de una casa productora que se ha alzado entre mis favoritas en términos de animación y de elección de planteamientos argumentales entretenidos, llegó a nosotros una fantasía épica de grandes proporciones que nos demostró que historias tan entretenidas pueden basarse en las «obras» menos pensadas, en este caso de un juego de cartas. MAPPA nos introduce a un mundo lleno de magia, seres míticos varios y caballeros; un mundo que actualmente tiene una gran preocupación: El impedir que Bahamut, el dragón que puede generar el apocalipsis, despierte de su sueño eterno.

De la mano de un staff competente, como ya este estudio nos tiene acostumbrado, la casa productora nos presenta a Satou Keiichi, conocido por animes como Tiger & Bunny, Asura o Saint Seiya: Legend of Sanctuary, como director; mientras Hasegawa Keiichi, quien comenzó escribiendo para series de televisión como Ultraman y Godzilla, luego incursionó en el drama, y finalmente terminó cayendo en el anime con series como Zoid y Astro Boy, se posicionó como el compositor de la serie. 

La serie abre mostrándonos a un gran dragón tratando de ser sellado por innumerables dioses, ángeles y demonios, los cuales son mantenidos a raya por el destructivo poder del temido Bahamut. Es una apertura que básicamente describe la serie, aventura que promete destrucción, muerte y grandes dosis de epicness ambientado en un mundo fantástico. Y es asombroso, porque por más que vayamos a tener a dioses de la mitología nórdica interactuando con demonios de la tradición judeo-cristiana, aderezado con la participación de seres tan raros como, por ejemplo,  zombies piratas, la serie plantea su universo de tan buena manera que nada parece forzado. Son doce episodios que presentan a unos personajes llenos de carisma que se hacen inolvidables, una historia sencilla pero muy bien planteada que nos garantiza entretenimiento y  momentos memorables; ademas, de una excelente animación que nos dejará queriendo ver más y más nuevos personajes aparecer solo para deleitar nuestros ojos con ellos. No será la una serie que reinvente el género o que nos deje filosofando sobre temas espinosos, pero ¡vaya! Sí que entretiene la condenada. Solo me queda añadir, como cereza de un postre suculento, un : «FAVAROOOOOO!«.

¡Vaya calidad nos traes siempre MAPPA! Shingeki no Bahamut nos trae una de las propuestas visuales más agradables de este años. Con escenas que parecen sacadas de una película, hay varias veces en que este show no dejaba de asombrarme. MAPPA, una casa productora bastante nueva, conocida por traernos Sakamichi no Apollon, Zankyou no Terror y GARO, no deja de asombrar ni por asomo. En Shingeki no Bahamut la calidad animada es uno de los elementos que más caracteriza al show y la cual ya se había anunciado desde su primer PV que dejó a más de uno con los ojos abiertos. ¿Dentro de tanto esplendor qué es lo que más llama la atención? No solo Shingeki no Bahamut brilla en todos los apartados, haciendo que la acción se luzca y que el mundo fantástico que plantea se cuaje conforme pasan los capítulos, sino que el gran premio se lo lleva el asombroso diseño de personajes que logra plasmar la serie (sin lugar a duda).

La historia nos trae una descomplicada historia de aventura ambientada en un universo fantástico de edad media. Caballeros, dioses, demonios, santos, zombies; Favaro, nuestro protagonista, tendrá que embarcarse en una aventura por encontrar la legendaria tierra helada de Hellheim luego que una misteriosa chica-demonio lo hiciera presa de un hechizo que solo se desactivaría si este cumplía su promesa de llevarla a esta tierra prometida. Una travesía llena de tropiezos, porque Favaro, un pillo, cazafortunas y mentiroso sin remedio no tiene ni la más mínima idea de dónde queda este lugar, y mucho menos tiene las ganas de meterse en todos los líos que esta extraña chica parece traer consigo.

Si bien Shingeki no Bahamut tiene un planteamiento sencillo con toques «bombástico»/»excéntricos»/»explosivos», es una historia corta que se hace grata de ver y que cumple su promesa, entretener al telespectador de una manera bastante correcta. Es divertido (y bastante) cuando tiene que serlo, llena de acción y adrenalina cuando se le pide y seria en algunas partes. En líneas generales, lo que puedo decir de esta historia es que se encuentra bien planteada y por ello hace del producto final una serie corta que divierte. Tal vez lo que más rescato de la serie es cómo logra concretar una propuesta de mundo fantástico tan apelativa, mundo que pareciese ofrecer la posibilidad de ambientación de miles de buenas historias. Como lo dice en su título, este anime es nos narra la historia de un génesis, el cual se nos presenta un espacio-tiempo-problemáticas-personajes que podrían ser utilizados nuevamente en spin-off bastante decentes.

Carisma, eso es lo que considero más tienen los personajes de Shingeki no Bahamut y lo que los ha hecho tan queridos por mí. Favaro poco a poco se perfila como un excelente personaje principal. Egoista, mentiroso, interesado en el dinero, ruidoso, despreocupado, Favaro es un personaje bastante divertido. Sin embargo, es en su interacción con su inocente bella acompañante de cabellera rosa, la cual parece tener la mentalidad de una niña de 6 años, que ambos personajes se llegan a hacer entrañables. Amira, la chica-deminio, es probablemente la pelirrosada más entrañable que he tenido el honor de ver en mucho tiempo. Kaisar no hace más que aumentar el disfrute, siendo exactamente lo contrario de su ex-mejor amigo, honorable, la justicia y el honor son los valores principales que guían sus acciones. La interacción entre ambos, Kaisar y Favaro, siempre es un disfrute en la pantalla. Finalmente, podríamos mencionar a Rita, la loli zombie que pese a tener la figura de una niña de siete es la más adulta de los principales, la cual es muchas veces la voz de la razón del cuarteto.

El grupo de protagonistas es quizá uno de los mayores aciertos de la serie y por la cual la historia se hace tan entretenida de ver. No obstante, la serie también va a mostrarnos a un grupo no desdeñable de personajes de reparto que ayudan a la trama, de los cuales Juana de Arco es quien resalta. Si bien no podrán ser los personajes más profundos que vayamos a tener la oportunidad de conocer, la trama no les pedía esta profundidad y por ello no tengo quejas. Es entretenido verlos lidiar con todos los problemas que esta aventura les ocasionará. Lo que más me deja desestabilizada es que varias historias no tienen cierre y los misterios que se plantean en la temporada no tienen cierre; sin embargo, tampoco son misterios por los que pierda el sueño.

Shingeki no Bahamut tiene un tema principal que ha acaparado la mirada y el aprecio de varios este año. «EXiSTENCE» de SiM fue el tema de apertura de este anime. Con un inicio que no me convencía al principio pero que poco a poco empieza a explotar, y de la mejor manera, este OP cumplió con el propósito de entretenerme más de una vez. El ED vino de la mano de Risa Shimizu, la seiyuu de Amira, con su tema «Promised Land» el cual, conjuntamente con una melodía agradable, pone en escena el viaje de Amira por ir a Hellheim. El OST es compuesto por Yoshihiro IKE (Asura, Ergo Proxy, Tiger & Bunny) y nos trae una composición varia que va desde el característico tema con onda «española» a temas apocalípticos. Es un conjunto de pistas que se acoplan a las situaciones diferentes por los que los personajes van pasado, pero que tal vez no llegan a ser recordados más allá de unos cuantos meses.

Finalmente, esta vez el elenco de seiyuus merece ciertos halagos, especialmente quienes les pusieron la voz a nuestros tres protagonistas. Yoshino Hiroyuki (Favaro) es el qui tiene probablemente más experiencia de los tres, haciendo un excelente trabajo. Lo reconoceremos por sus papeles como Arakita (YowaPedal), Meow (Space Dandy) o Prochainezo Firo (Baccano). Sin embargo, mis principales congratulaciones van para Shimizu Risa (Amira) e Inoue Go (Kaisar). Ambos han tenido recién un papel como principales de una serie de gran envergadura y lo han llevado muy bien (excelente diría yo). Shizizu Risa hasta demostró, con ese ED y con su interpretación, la calidad vocal de la que goza. Mientras que Inoue Go nos dejó con la cita más representativa de este show «FAVAROOOO«.

[★★★★✩]

FAVAROOOOOO

[+] PROS: Personajes carismáticos en una historia bien hilada. Con una animación fantástica y un gran apartado sonoro. Un anime correcto y entretenido por donde se le vea.

[–] CONTRAS: Se queda en lo correcto, sin lograr tener un elemento que logre hacerla verdaderamente explotar.