Aku no Hana

• Tipo: TV
• Episodios: 13
• Año: 2013
• Estudio: ZEXCS
• Origen: Manga
• Demografía: Seinen
• Géneros: Drama, Romance, Escuela, Psicológico
• Rating: R – 17+

Aku no Hana ha sido el anime más controversial de la temporada por ser esa serie diferente, en todos los sentidos de la palabra. Es complicado escribir un review de Aku no Hana, y personalmente debo confesar que yo misma tengo en claro solo dos cosas con respecto a esta serie y a lo que me ha hecho sentir: 1) Terminó no gustándome tanto en el sentido total de la palabra pero 2) Aún así reconozco que argumentalmente ha sido potente. Si tuviese que comenzar acotando algo sería que creo que el anime pecó salirse totalmente de lo ‘mainstream’, primero para bien y luego desmejorándose conforme avanzaba en recorrido. Comenzó por usar un método de animación totalmente alejado de los cánones en los que se mueve el espectador común de anime, pasó por una elección de narrativa que a veces pecaba de falta de ritmo (medio capítulo viendo a Kasuga caminar no iba a hacer más profundo el anime, de verdad) y terminó con una promesa de una segunda temporada que no sé si fue la mejor elección. (La gran pregunta del siglo es si verdaderamente se logrará sacar pues, díganse verdades, no creo que venda mucho) A pesar de todo esto, “La flor del mal” es un anime con un contenido psicológico muy fuerte, una historia y unos personajes auténticos, los cuales terminan cumpliendo una función sumamente importante en la trama. Muchas cosas podrían decirse de ellos y de su interacción, y eso es un gran punto a favor de este anime que nunca le desmereceré.

Creo que Aku no Hana es uno de esos animes que genera odios y amores en los que tratan de incursionar en su tan extraño mundo. Debo admitir que el anime me atrapó en sus primeros episodios, teniendo escenas que llegaron a ser orgásmicas (la destrucción de la clase ha sido la mejor escena animada del año 2013 #TrueStory), pero la falta de ritmo y las decisiones bohemias #hipster del director, no fueron muchas veces acertadas para mí (soy yo, sí, soy yo). El final me pareció lento y los personajes, cada uno de ellos se gano mi odio y desprecio con una persistencia incomparable. Llegué a aburrirme en varias partes y ni mencionar el ED que hacía que se me erizaran los pelos de la nuca por lo creepy que era. Aku no Hana tuvo sus momentos en los que me dejaba pegada a la pantalla, pero también tuvo momentos en que no podía evitar bostezar y preguntarme cuándo acaba esto. Sin embargo, creo que este anime en particular, al ser outcast, la subjetividad reina a la hora de acercarse a la historia y disfrutarla. Yo, particularmente, lo encontré muy alejado de mis gustos e intereses pero también pecaría si no les confesara que es un anime rico en análisis y con temas que lo configuran como un anime con contenido.

De todas las opciones que se pudieron escoger para plasmar este anime, se escogió uno una que distaba mucho del común denominador en el mundo de la animación japonesa. La rotoscopia llega a pantallas a moverle el piso a todo el mundo, porque vamos ¿Qué tan estéticamente “atrayente” es esta técnica? Hay que ser totalmente sinceros, no es muy placentera que digamos, especialmente si tomamos en cuenta el público objetivo al que iba dirigido. A pesar de que técnicamente es todo un trabajo que no puede ser menospreciado, pues requiere de actores de carne y hueso, aparte de todos los programas de diseño para animarlos, nada de eso la hace comercial.  Sé que muchos dirán que Aku no Hana no quería ser comercial o que su historia requería realismo, pero ¿really? Business son business, ¿Valió la pena esta riesgosa jugada?

Para aquellos que saben cómo era el diseño del manga debió ser una impresión grande, y para los que no, bueno también lo fue. No fue casualidad que en el PV del anime no saliera ningún personaje. Creo, no obstante, que la animación si bien fue arriesgada y pecó de dárselas “original” no desmerece la trama. Entiendo que con esta le hayan querido dar el aire realista a la serie, pero aún así creo que no fue un acierto. Por más que yo personalmente no tuviera tantos problemas con ella (y estoy segura que habrá un grupo de gente que la habrá encontrado hasta acertada), no respaldo esta decisión tan arriesgada. Y lo digo porque Aku no Hana se ha ganado odios sin sentidos por esta elección desde su primer capítulo, teniendo una trama interesante que mostrar al telespectador y que de haber sido más accesible estéticamente hablando pudo congregar más televidentes.

La historia de Aku no Hana tiene un contenido psicológico potente y creo que es esta, conjuntamente con los personajes, el punto en donde Aku no Hana despega tremendamente. Es una trama que trata sobre la decadencia, lo desviado, la perversión y, esencialmente, sobre la búsqueda por el verdadero significado de la libertad. La historia se centra en Kasuga y su interacción con Nakamura y Saeki, dos personajes que representan polos opuestos. Kasuga es un chico  que se encuentra en la adolescencia,  época donde se encuentra descubriéndose a sí mismo y forjando su sentido del ser. De esta forma la historia va a fluctuar en la travesía de este joven para encontrarse a sí mismo, teniendo como dos puntos referenciales a la buena Saeki y a la desviada de Nakamura. Es en esta búsqueda  del yo, y en esa búsqueda por descubrir un camino en donde el ser humano puede llegar a ser libre, que recae la principal riqueza de este anime. Es interesante ver la ambivalencia en la vida de Kausga, como representante de la adolescencia. Su elección es algo que esperamos ver en cada segundo de la serie y solo por seguir viendo su travesía es que continuaría con su segunda temporada.

Creo que la historia es recia en términos de conceptos y encierra una complejidad explotable, pero lamentablemente la elección de dirección muchas veces no me pareció adecuada. O más bien, para ser totalmente sincera, muchas veces me aburrió a un nivel que es difícil de salvar. Esto ya en los últimos episodios, por ejemplo el específico caso de hacer de casi todo un capítulo mostrarnos a Kasuga y Nakamura caminando por la ciudad. Creo que si bien entiendo el punto de mostrarnos esa escena, como máximo 5 minutos bastaba. En este sentido, a mí particularmente, el ritmo de Aku no Hana no me cautivó o me emocionó. Creo que pudieron hacer varias escenas y capítulos más dinámicos. Pero bueno, eso ya es cosa de dirección (desde mi punto de vista) las cuales hicieron que mermara mi disfrute y mi liasson con la misma historia.

Conjuntamente con la historia, Aku no Hana tuvo su principal fortaleza en los personajes que desarrollo. A pesar de decir que personalmente odié a cada uno de ellos, como personaje que representaban, creo que su interacción es aquello que rescato. Cada uno de ellos cumple su papel de una manera sumamente adecuada. Kasuga, desesperantemente débil hasta el final; Nakamura, la esencia de la perversión (#Creepy a más no poder); y Saeki, la contraparte de Nakamura, la musa que llegó a un punto en que la consideré más demente que la misma Nakamura. Es en su interacción, la cual llega a su punto cúspide en aquel capítulo de la travesía al otro lado de la montaña, que tenemos lo más rico de la serie. Pues a pesar de ser personas tan ahorcables,  cumplieron su papel de una manera siniestramente maestra. Por ello los considero protagonistas perfectos para su papel.

Pueden decirme muchas cosas del OST, del OP  y sus  varias versiones, de los actores, de todo, pero nada me va a quitar el trauma que tuve cuando escuché el ED, «Hana -a last flower-«. De verdad, ese ED es la cosa más creepy que he escuchado en mi vida, y nadie me va a hacer pensar lo contrario. El ED ha marcado mi vida y esta sección de tal manera que su sola existencia me hace ser parcial con respecto a la nota y el único referente que tengo para comentarles. #Ayudaparamisanidadmental

Su principal plus es su historia y personajes. Estos son profundos y tienen diversos matices, los cuales son tratados bastante bien. Si bien trata temas de la perversión y de la oscuridad de la alma humana, haciendo que varios personajes te generen repelús, ese es el objetivo y por ello lo hace bastante bien. En términos de fondo tiene bastante de donde desglosarse y de dónde poder hablar/escribir del mismo.

Sin embargo, en materia de cómo es llevado a la pantalla termina por elegir un camino demasiado alejado de lo mainstream. A mí me gusta lo #hipster, de verdad, pero la técnica usada en esta ocasión y la dirección de varias partes terminaron por aburrirme un poco. Creo que dejar un final abierto para un anime que evidentemente no terminaría recaudando como para sostener una segunda temporada fue una equivocación.

*Entrada escrita en el 2013 y recuperada de las profundidades del inframundo cibernético en el 2015