Shingeki no Bahamut: Virgin Soul

Mistarcia es un mundo mágico donde los seres humanos, dioses y demonios se mezclan juntos. En el pasado, el negro y plata con alas Bahamut ha amenazado con destruir a las tierra, pero los seres humanos, dioses y demonios superaron sus diferencias para luchar juntos y sellar su poder. La clave para ese sello se dividió en dos, una mitad dado a los dioses y el otro a los demonios, de modo que nunca se unirían y Bahamut nunca lanzado. Ahora, 2 mil años más tarde, el mundo está en una época de paz – hasta el día de una mujer humana roba la mitad de los dioses de la llave (Fuente: Wikia)

• Tipo: Serie TV
• Año: 2017
• Episodios: 24
• Duración: 23min x ep
• Estudio: MAPPA
• Original: Juego de Cartas
• Demografía: –
• Géneros: Acción, Aventura, Supernatural, Fantasía
• Rating: R – 17+

Luego de una primera temporada que nos sorprendió, MAPPA anunció que una secuela para Shingeki no Bahamut estaba elaborándose. Virgin Soul llegó así el año 2017, con 24 capítulos que nos traían nuevamente una historia original basada en el videojuego de cartas desarrollado por Cygames. Keiichi Satō, conocido por ocupar el mismo cargo en Tiger & Bunny y Asura, volvió a la dirección. Mientras que, Shizuka Ōishi, ocupó el puesto de compositora, siendo la primera vez que desempeñaba este cargo en una serie animada, dado que es más conocida por ser escritora de mini series de TV. Asimismo, Onda Naoyuki volvió a su puesto como diseñador de personajes y director de animación, mientras que Yoshihiro Ike retornó como compositor musical.

Los hechos que narra Virgin Soul se ubican, cronológicamente, 10 años después del final de la primera temporada: Shingeki no Bahamut: Genesis. Luego de que humanos, demonios y dioses se unieran para vencer al temible Bahamut, la paz parecía ser la secuencia lógica a la historia de nuestros protagonistas. No obstante, un nuevo gobernante llega al trono y nos encontramos en un mundo donde los humanos han esclavizado a los demonios y están listos para hacer lo mismo con los dioses. Nina es nuestra protagonista, una joven alegre y enérgica que llega a la ciudad de Anatae en búsqueda de una nueva y fantástica vida. No obstante, Nina tiene un secreto: No puede evitar transformarse en dragón cada vez que interactúa con un hombre guapo.

La historia de Virgin Soul continúa en la lógica de aventura fantástica que planteaba su predecesora.; no obstante, plantea dos elementos particulares. En primer lugar, un elemento romántico más presente en la trama. Si bien Genesis tiene ciertos tintes románticos entre sus personajes principales, esta relación no configura un eje narrativo importante. Virgin Soul, por el contrario, sí plantea una relación romántica que se hace importante para la trama. Es decir, es un eje que se plantea como relevante para el avance y consolidación de la historia. En segundo lugar, tiene un planteamiento de tinte más “sociológico”, por decirlo de alguna manera, en donde la estructura social donde se desarrolla la historia configura un elemento primordial para el desarrollo del conflicto. En este sentido, la esclavitud a la que son sometidos los demonios y la declaración de guerra a los dioses, mueven parte de la trama y es el motor de varios personajes. Esto en una lógica de lucha contra la esclavitud y opresión.

No obstante, son dos temas que no logran ser bien desarrollados a lo largo de la historia, desluciendo a los personajes y a la construcción del clímax y cierre. En este sentido, si bien creo que ambos ejes logran ser bien planteados en una primera mitad, pierden lucidez en una segundad parte que no crea un buen cierre. La relación romántica no llega a cristalizarse ni a ayudar a la trama, mientras que el eje sociológico termina solucionándose por la aparición de un tercer elemento – Bahamut – que termina mágicamente el problema entre dioses, humanos y demonios. De esta manera, tenemos una historia que, en una primera mitad, entretiene y promete consolidarse de buena manera; no obstante, termina por perder el rumbo y cerrar de manera deficiente la historia.

Este mal manejo argumental está íntimamente ligado al desarrollo de los personajes. La principal crítica surge, desde mi apreciación, del lado del antagonista, Charioce XVII, quien termina por ser el eslabón más débil de toda la cadena. No existe un correcto acercamiento y profundización a su personaje, el cual planteaba preguntas que – de ser resueltas satisfactoriamente – podían inmediatamente brindar mayor sustancia a la trama. Las respuestas a “por qué hacía lo que hacía” terminan dándose se manera muy apresurada y anti climática. La revelación final termina por hacer decaer la construcción de un cierre apropiado, al hacerse insustancial. Asimismo, el por qué se enamora de Nina no logra ser correctamente planteado y desluce la relación.

Nina, como personaje principal, le da energía a la trama. Es un alma libre e inocente que se muda a la ciudad para ganarse la vida. Personalmente, en una primera mitad, Nina movía la trama de una manera que se hacía agradable de ver. Era una explosión de energía y positivismo que se hacía divertida de observar. Para mí, Virgin Soul (Alma Virgen) era una referencia a la esencia de nuestra protagonista. No solo a su problema con los hombres guapos, sino también por cómo veía e interactuaba con el mundo y sus problemas.  El problema de Nina, como personaje, llega para mí cuando se empieza a desarrollar el conflicto romántico con Charioce. En un primer momento, es interesante cómo se plantea su inocente enamoramiento con este hombre misterioso. Asimismo, me parece relevante que planteen su conflicto interno sobre cómo amar a un hombre que le hace tanto daño al mundo donde viven. No obstante, el cómo responde a esta pregunta es decepcionante y termina por no consolidar una relación que se plantea como central para la trama.

Con respecto a los demás personajes, encontramos tres arcos principales: El arco de Azazel, de Juana de Arco / Mugaro y de Kaisar. De ellos, el más interesante resulta el de Azazel, quien en esta temporada decide pelear por los demonios oprimidos (central para el eje sociológico planteado). Es el personaje que más peso logra crear y cuyo arco siempre es un placer de ver. El arco de Juana de Arco y Mugaro también contribuye con la trama, especialmente desde un desarrollo de la santa como madre. Mientras que el arco de Kaisar, está orientado a una lucha por encontrar una solución a la problemática desde la negociación. Probablemente, la sub trama de sus compañeros de armas terminara siendo la más floja. Es innegable que, para lograr que Kaisar se luciera, la necesidad de mostrar a Favaro y Rita era necesaria. La presencia de estos últimos fue siempre un placer de ver, pues son personajes que cumplen un rol para la trama, pero son personajes secundarios la mayor parte, haciéndose extrañar.

Finalmente, siempre es un placer ver el diseño de personajes de este universo. Para ser diseños elaborados logran animarlos de buena manera a lo largo de la trama. Hay algunas escenas, como los bailes o algunas batallas que logran ser muy bien presentadas. La construcción de mundo, desde el apartado artístico, es también un plus de esta franquicia. Asimismo, los temas principales terminan por también ser entretenidos y agradables. Son temas que ejemplifican los dos ejes de esta trama: aperturas fuerte y orientada a la aventura; y, temas finales centrados en el factor romántico y divertido de la historia. No obstante, la música en este anime es adecuada pero olvidable en el largo plazo.

En conclusión, Shingeki no Bahamut: Virgin Soul es un anime que se deja ver bastante  bien en su primera mitad. Tiene planteamientos interesantes y personajes (nuevos y antiguos) que siempre se hacen agradables de ver. Asimismo, continúa brindando un gran diseño de personajes y construcción de mundo desde la parte artístico. No obstante, el potencial es desperdiciado en una segunda mitad que termina por no brindar un buen cierre a las líneas y temas argumentales planteados inicialmente. Tanto el conflicto social como la construcción romántica terminan por ser deficientes, no creando un producto final sólido ni en el aparto narrativo ni en el apartado de desarrollo de personajes.