Majo no takkyūbin

[Kiki: Entregas a domicilio]

Argumento

Por tradición de las brujas al cumplir los 13 años deben abandonar la casa de los padres y buscar una ciudad donde sus servicios sean requeridos, y quedarse allí durante algún tiempo. De esta manera, Kiki/Nicky comenzará el camino que la llevará a convertirse definitivamente en bruja. Este viaje lo realiza junto a su amigo Jiji, un gato negro muy simpático, y montada en su escoba voladora. Su viaje iniciático la llevará a instalarse en una ciudad marítima donde comenzará a conocer el mundo y a conocerse a sí misma. Durante su viaje conocerá a grandes amigos como Tombo u Osono.

• Tipo: Película
• Año: 1989
• Episodios: 1
• Duración: 1hr 45min
• Estudio: Studio Ghibli
• Original: Novela
• Demografía: Kodomo
• Géneros: Aventura, Comedia, Drama, Fantasía, Romance
• Rating: G

Majo no takkyūbin es la 5ta producción del aclamado (1989) Studio Ghibli, dirigida por Hayao Miyazaki, esta película adapta la novela El servicio de correos de la bruja de Eiko Kadono.  Cálida, dulce, simple y encantadora son las palabras que mejor describen esta película que nos narra el camino a la madurez, la independencia del hogar y la búsqueda por salir adelante uno mismo, llegar poco a poco a ser adulto.

La historia que retrata Majo no takkyūbin, encanta por su simpleza y su dulzura, la cual la hace una película que si bien no resalta por tener un clímax entrañable, grandes dosis de aventura épica, una exposición de un mundo fantástico o los casi siempre mensajes de tinte crítico de Hayao Miyazaki (anti-bélicos, críticos con el cambio climático, etc.); resulta en una producción tan bien realizada que no dudo que pueda ser disfrutada por toda clase de público (Abuelos, padres, hijos, ¡traigan a toda la familia al sofá!).

Con un apartado técnico impecable, como ya nos tiene más que acostumbrados esta casa de estudio, uno termina de ver esta película con un cálido sentimiento en el pecho y ampliamente satisfecho de ver una historia que te hechiza. Kiki, como el personaje que guía la historia, dado que es su viaje de independencia el que seguimos, es una lindura (y no empecemos a hablar de Jiji que no paro). Seguir su historia, ver la interacción que tiene con los demás personajes y, sobre todo, ver su evolución paulatina para establecerse en esa nueva ciudad, se hace una travesía que se nos pasa volando tan rápido como Kiki en su escoba.

Es un cuento dulce, calmo, pero sobre todo hermoso que he disfrutado en su simpleza, como ya deben de haberse dado cuenta. A veces uno necesita detenerse un rato, parar las revoluciones del mundo, un «Pause» al bombardeo de series bombásticas, y dedicarse a ver estas pequeñas obras que encantan de una de las formas más sanas y puras, pero sobre todos fantásticas, que pueden existir. Una linda animación, una linda banda sonora, una historia cálida y personajes entrañables; una película que nunca me cansaré de ver y que espero algún día mis hijos tengan la posibilidad de disfrutar, pese al gran lapso temporal que los separará DE MÍ. Porque Kiki, estoy segura, vencerá las barreras generacionales por toda la eternidad.

No creo que sea sorpresa para ninguno que ya sea en 1989 0 en el 2014, Ghibli solo logra sorprender siempre. La película tiene el típico estilo que marca al estudio, un estilo que es sinónimo de calidad, detalle y hermosura (Aunque creo que también depende mucho de qué tanto el espectador guste de este estilo tan característico. En mi caso es sinónimo de amor). El diseño de los personajes es encantador, la paleta de colores es G-E-N-I-A-L, el detalle que se logra para crear este mundo y la fluidez de movimiento, son un sello del estudio que hacen del apartado artístico ya un punto de calidad indiscutible. Sin embargo, en esta película el estudio se luce notablemente con la ambientación y escenografía, la cual merece ser especialmente mencionado.

En primer lugar, señalar que Kiki es un bruja, y una bruja mensajera que va a pasar gran parte de la película volando en su escoba mágica, por lo que las tomas aéreas en esta película han sido importantes y, para mi gran alegría, han sido gratamente expuestas. Probablemente, las secuencias de Kiki sobrevolando la ciudad han sido algunas de mis partes favoritas. Y, en segundo lugar, ¡LA CIUDAD! Me he quedado sin aliento viendo lo tan bien lograda que quedó. La dinámica urbana de una ciudad cercana al mar, los colores, ruidos, el movimiento, el desborde de vida, todo esto sin olvidar la belleza urbanística.

La historia se desenvuelve en un universo paralelo en donde las brujas existen y conviven pasificamente con los humanos. Para lograr la independencia familiar y convertirse finalmente en brujas, a los 13 años las niñas deben salir del seno materno e ir en busca de una propia ciudad en la cual establecerse. Kiki es una de estas brujas, la cual se enrumba en este viaje a la adultez. De esta manera, si bien la película brilla por su simpleza Majo no takkyūbin se encuentra tan bien lograda que simplemente esta logra su cometido, mantenerte pegado a la pantalla con una gran sonrisa. Una película simple, con un buen ritmo y que toda la familia podrá recordar con alegría.

Majo no takkyūbin es eso, la historia de esta pequeña niña la cual tiene deja a su acogedora familia de un pequeño pueblo rural para trasladarse sola a una gran metrópolis cercana al mar, conociendo nueva gente, nuevas costumbre y batallando por salir adelante pese a los diferentes problemas que se le van a presentar. Un cálido viaje a la independencia,  un viaje que siempre está lleno de incertidumbres, que te llena de temores pero también de experiencias que pueden ser reconfortantes. El conocer nueva gente e irte conociendo a ti mismo para poder finalmente encontrar un espacio en el cual establecerte. Majo no takkyūbin es encantadora por donde se mire.

El personaje por excelencia en esta trama es Kiki, y ¡vaya que excelente personaje que es! Kiki es un personaje tan bien logrado que por sí sola lleva una película de una manera excepcional. Es una niña con grandes cualidades, inocente, amable, responsable y sobre todo, muy trabajadora. Sin embargo, también podrá haber emprendido un viaje a la independencia que la llevará a ser aceptada por la sociedad de las brujas, pero Kiki es una niña, una niña con sus pequeños problemas cotidianos que se está esforzando al máximo por conseguir su meta. Su búsqueda por encontrar en qué es buena para poder usarlo para ganarse la vida, los pequeños problemas que va a tener que sobrepasar para establecer su propio negocio, y a su vez su preocupación por también darse un tiempo para encajar y poder hacer amigos de su edad. Todas estas pequeñas cosas la hacen de Kiki una niña que se retrata como muy humana (todo esto considerando que es una bruja).  Lo bien trabajado que está su personaje la hace una protagonista entrañable que logra insertarse en el corazón del telespectador.

Jiji, el encantador gato negro, es también todo un excelente personaje que acompaña a nuestro protagonista y que por gran parte de la película uno no va a poder dejar de encontrar fascinante. Por otro lado, vamos a tener varios personajes de menor rango que van a ser presentados en tanto Kiki va a ir interactuando con ellos. De esta manera los conocemos a través de los ojos de la niña y a través de la relación que van a entablar con ella. Los más resaltantes son la bonachona panadera (y su marido), conjuntamente con Tombo, el niño fanático de la aviación (Como Hayao Miyazaki) que va a encontrar a la bruja voladora como un ser fascinante digno de toda su atención.

Los temas principales, de apertura y cierre, de esta película son de Yumi Arai, «Rouge no Dengon (ルージュの伝言; Message of Rouge)» y «Yasashisa ni Tsutsumareta nara (やさしさに包まれたなら)», respectivamente. Ambos son refrescantes. Rouge no Dengon tiene un estilo que alegra tus días, de los clásicos pop-eros de épocas de antaño, es una canción que da en el clavo con la atmósfera alegre y juguetona que destila este largometraje. Yasashisa ni Tsutsumareta nara, el cierre, más tranquilo pero no por ello menos memorable, es también una pieza que hechiza. El OST, compuesto por el famoso Joe Hisaishi, también responsable de varios otros soundtracks del estudio, no decepciona tampoco. Momentos tanto alegres como nostálgicos, todos los temas encajan en las partes precisas. Las voces no se quedan atrás, todas adecuadas. Si bien es una película que cuenta con doblaje (dos versiones inclusive) les confesaré que no las he escuchado y que, por ello, no puedo hablar al respecto.

[★★★✩✩]

Encantadora

[+] PROS: Es un cuento dulce, calmo, pero sobre todo hermoso que he disfrutado en su simpleza. Cuando Ghibli logra plasmar estos cuentos, orientados a un público infantil pero que calan y entretienen en realidad a gente de todas las edades, por su ternura y buen trabajo generalmente, es cuando me tienen más feliz.

[–] CON: Kiki: Entregas a domicilio es una película encantadora; sin embargo, por su simpleza suele caer en el olvido (en segundo plano) ante la gran cantidad de buenas películas dentro del género que tiene este estudio para mostrar.