Kobayashi-san chi Maid Dragon

La historia gira en torno a Kobayashi, una oficinista normal y corriente que lleva una vida aburrida y solitaria en su pequeño departamento, hasta que un día, le salva la vida a una dragona en peligro. La dragona, llamada Tohru, tiene la habilidad de transformarse mágicamente en una adorable chica humana (aunque con cuernos y una larga cola), que hará cualquier cosa para devolverle el favor a Kobayashi, incluso proclamarse a si misma como su sirvienta. Viviendo junto a una persistente pero amorosa dragona como compañera de piso, la vida normal de Kobayashi está a punto de irse al garete.(Koi-Nya)

 Tipo: Serie
 Año: 2017
 Episodios: 12
 Estudio: Kyoto Animation
 Original: Manga
 Demografía: Seinen
 Géneros:  Comedia, Fantasía, Slice of Life
 Rating: PG-13

Luego de ver Maid Dragon creo que el lema «KyoAni Finds a Way» vuelve a estar más vigente que nunca en nuestros corazones. Kyoto Animation apela a un sentimiento complejo en el corazón de varios fans de la animación japonesa. Probablemente entre los mejores estudios en términos de producción y animación que existe hoy en día, KyoAni nos hace sufrir cada vez que saca una obra con una historia sosa y sin gracia que desmerezca la siempre bonita puesta en escena que el estudio tiene que ofrecer. Y, en estos últimos años, esto había sido pan de cada día, pues el estudio parecía estar perdido, tratando de encontrar la ruta que seguir y la cual, sin dejar de perder su esencia, lograra dar un producto redondo tanto en forma como en fondo. Luego de lo que me pareció un éxito, Hibike Euphonium,  de adaptar al largometraje una obra como la de Koe no Katachi y, ahora, sacando un aperitivo tan dulce como lo fue Kobayashi-san, uno empieza a vislumbrar la luz después de un largo túnel. Me he encontrado con un anime que parece mostrar todo lo que el estudio fue y puede llegar a ser. Es un soplo que nos recuerda a las raíces de esta casa de animación, la cual nos hace recordar con cariño por qué uno terminó ciertamente encantado por ella pese a que todo los elementos de la obra pareciesen indicar lo contrario.

El anime narra la historia de Tooru, una dragona que se enamora perdidamente de una humana quien le hace una extraña oferta, vivir con ella en el mundo humano siendo su sirvienta (maid). Kobayashi-san es una oficinista típica japonesa. De una vida monótona que fluctúa entre su casa y trabajo, y de vez en cuando una salida a beber con su compañero de oficina, no hay mucho más que decir. Sin embargo, con la llegada de Tohru a su vida, y posteriormente la de otros dragones, la vida de Kobayashi empezará a hacerse más colorida e, inevitablemente, en aquel departamento empezará a nacer un hogar. Tener a alguien que te reciba cada vez que regresas a casa, tener un plato de comida casera recién hecho esperando, poder compartir la mesa con alguien y hablar de las nimiedades de la vida diaria, ir a los eventos escolares de la pequeña de la casa, invitar a los amigos de la familia a pasar el rato, conversar y jugar videojuegos. Todos esos momentos son los que el espectador va a poder disfrutar dentro de esta serie de solo 13 episodios bastante bien logrados que nos dejan con sabor a más.

Día a día seguimos la vida de nuestras tres protagonistas: el mundo hogareño de Tohru en su reconocimiento del mundo humano, que en un principio odiaba; la vida laboral de Kobayashi, monótona pero ahora con un claro propósito de regresar a la calidez de un hogar; y la vida escolar de Kanna, llena de momentos más que memorables que disfruté sin excepción. Asimismo, es en los momentos en que las tres interactúan, en una dinámica familiar tan bien ambientada y construida, en la cual el anime logra tener sus mejores momentos. Son ellas, realmente, los personajes con más sustancia en el anime y en las cuales vamos a encontrar la mayor cercanía y buenos momentos. Con respecto al resto del reparto, si bien creo que Fafnir y Takiya tuvieron también una buena construcción en su dinámica de compañeros de cuarto, con una excelente escena como esta que se hizo tan bien construida, son estos personajes bien lejanos del centro de la trama y que veremos pocas veces en la misma. Asimismo, personajes como Elma o Quetzalcoatl, siendo la última y su relación Shouta lo más perturbador del show, fueron para mí solo elementos dentro de la elección de Best Girl para satisfacer a los fans masculinos en su búsqueda de la Best Girl (waifu).

Del lado de la producción, no hay mucho que no se haya dicho ya antes sobre otras obras del estudio. Calidad llena de buenos momentos es la que nos trae este anime, resaltando que realmente no concíamos qué diablos era el moe hasta que conocimos a Kanna.  El anime realmente, en estilo, recuerda mucho a todo por lo que identificamos a KyoAni, y eso es agradable de ver dentro de una propuesta argumental finalmente agradable de apreciar. El OP a cargo de fhána –«Aozora no Rhapsody» [aquí] – me parece encantador, mientras que el ED cantado por las seiyuu femeninas- «Ishukan Communication» [aquí] – es una cosa pegajoza. El OST no es destacable pero tiene varias piezas interesantes y que siempre acompañaron bien las diferentes atmósferas que tiene la serie, tanto las cómicas y cotidianas, como las más emocionales e íntimas. El cast de seiyuus es genial, especialmente las femeninas, las cuales hicieron un trabajo casi perfecto dando vida a estos encatadores personajes.

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Kobayashi-san es un anime bastante simple cálido que, contrariamente a lo que podríamos esperar teniendo como protagonista a una sirvienta dragón, tiene como principal tema la conformación de una familia.  No es un anime lleno de explosiones y batallas épicas, sino un slice of life con tintes fantásticos que logra ser cómico  y enternecedor cuando lo necesita y en justas proporciones. Maid Dragon es como una taza de chocolate en invierno: dulzón, cálido, bueno, y relajante. Siempre sacándote una sonrisa del rostro y reconfortando tus tardes luego del trabajo. Tiene sus elementos que pudieron omitirse y todavía ciertos elementos cliché del estudio que llegan a ya cansar, pero siento que fue una agradable travesía que no me esperaba

Simple pero cálido slice of life centrado en la construcción de una dinámica familiar entre los personajes. No es exactamente un anime novedoso o que revolucione nuestros mundos, pero está bien ejecutado y siempre se hace agradable de ver Varios personajes más que encantadores (Kanna se compró mi vida, Fafnir es my spirit animal, Kobayashi y Tooru tienen una dinámica encantador, La siempre presente calidad KyoAni a sus servicios

Elma y Quetzalcoatl no tienen sentido para mí. Siendo esta última y su relación con Shota lo que me hizo muchas veces querer simplemente saltearme sus partes. Tiene varios recursos marca registrada KyoAni, y si bien me parecen hasta cierto punto bien planteados, a aquellos que no se lleven bien con la esencia del estudio podrían preferir no acercarse a él