Anime Tag: Enfermedades del Anime

Buscando un tag que hacer, ya que hace muchísimo tiempo que no hago uno, me encontré con uno que me pareció divertido e interesante en el blog de The Moon of Yuka. USTEDES SABEN que cualquiera puede hacerlo, especialmente si es blogger ❤ Son preguntas temáticas que responderé según lo primero que se me venga en la mente. El anterior Tag que hice fue el de «Una cena animada». Eso sí, si deciden hacerlo y lo vieron aquí en el blog podrían nombrarme 🙂 Sé que el chiste es que taggée a alguien pero nunca lo hago porque soy una antisocial. Así que son libres de responder también a las preguntas si se sienten con las ganas.

El tag consiste en mencionar enfermedades y nombrar animes (en mi caso) que te provoquen dicha enfermedad. Cada enfermedad requerirá de ciertos requisitos y tendrás que decir que anime te provoca más esos «síntomas».

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Diabetes - Un anime muy dulce.

Kimi ni Todoke es por excelencia ese anime que hace que mi kokoro haga doki doki. Es uno de esos shoujos inocentes y con montones de azúcar que no me importaría me produjese diabetes.  Es  increíble cómo una historia como esta, tan tierna y #cutie pueda hacer que un ser desalmado como yo me derrita con cada insignificante avance entre los protagonistas que tardan una dos temporadas enteras en tomarse de la mano…y dios, que solo ese simple hecho me hizo sentir satisfecha. He visto esta serie unas tres veces y creo que nunca me cansaré de repetirla cuando necesite un buen shoujo que endulce mis días ❤

Varicela - Un anime que no hayas vuelto a ver.

Millones. No soy mucho de repetir animes porque me siento culpable de hacerlo al tener ya de por sí muchas series pendientes, pero si tuviera que elegir un anime que no volvería a ver por nada del mundo, y apelando a un anime de la temporada pasada que todavía le sigo guardando algo de rencor por arruinarme la franquicia y quitarme tiempo, sería la segunda temporada de Chuunibyou. Que cólera.

 Influencia - Como un virus.

El anime que de verdad comencé a ver porque todo el mundo lo veía fue Naruto. Eso data de la época en la que todavía no sabía mucho de lo que era el anime, ni nada sobre el mundo de la animación japonesa. Naruto fue un virus social, en el colegio todos los chicos comenzaban a hablar de ella y los foros/blogs/etc. comenzaban a hablar de este como la última maravilla del mundo. No me resistí y seguí la corriente. Naruto es uno de mis primeros animes y uno que personalmente me encantó desde sus inicios. Aquellas épocas cuando no existía el relleno y la trama era divertida pero sumamente emocionante. El arco cuando Sasuke se marcha, DIOS MIO, Seishun Kyōsōkyoku como OP aún sigue siendo algo que marcó mi vida animada. Una pena el relleno y el hecho que Kishimoto se vendiera a la industria y extendiera hasta el infinito una serie que ya no me genera los mismos sentimientos. Seguía el manga, pero luego de que el arco de Obito se hiciese infinito decidí que iba a esperar a que todo acabase. Algún día veré Shippuden.

Ciclo - Un anime que siempre te ves

Ouran, definitivamente (También Fullmetal Alchemist, ya lo he visto 4 veces completo y nunca me cansó, aunque eso ya lo deben saber), pero Ouran es uno de esos animes que he visto completo un par de veces pero del que siempre recuerdo escenas que termino buscando para reírme un rato cada cierto tiempo. Es un anime que me gusta tanto y que de verdad todavía deseo secretamente que hagan un remake donde adapten completo el manga.  ¡VALDRÍA TANTO LA PENA! Es una pasada de anime que me fascina en todos los sentidos.

 Insomnio - No has podido dormir por verlo.

Chihayafuru, la primera temporada. Me lo habían recomendado tanto y habían tantas insinuaciones en varios blogs que sigo y confío que un día, luego de venir de la universidad y echarme en mi cama decidí comenzar a ver…y no dormí. Recuerdo que ese día terminé dejando mi Ipad a las 3-4 de la madrugada cuando mis ojos ya no podían más para luego levantarme a las 6am e ir a clase con el único pensamiento de regresar y terminar de ver esa serie lo antes posible y costara lo que costara.  Al final terminé de verlo en 3 noches cansadas pero satisfactorias que me dejaron amando cada uno de los capítulos de este anime. Con la primera temporada de Kuroko no Basket también me pasó algo similar, pero no al nivel de obsesión de este spokon de karuta.  No me arrepiento de esos dos días donde fui a la universidad en estado zombie.

 Amnesia - No te acuerdas de la trama ni de nada

Las guerreras mágicas. Es extraño, me acuerdo que de niña descubrí que las guerreras mágicas la pasaban en señal abierta y quede encantada, esperaba verlas cada semana pues el ambiente fantástico me dejó encandilada. Pero no tengo idea de qué diablos trataba la serie. Solo recuerdo un capítulo, cuando la verde encuentra su espada y de allí me quedo en blanco. No sé cual era el propósito de las guerreras, no sé cómo se llamaban, no sé ni siquiera como se llama esto en japonés ni en qué etapa de mi niñez la vi o en que programa infantil lo pasaban. Debería verla, aunque sea para ver lo que me parecía tan fantástico. Algo así también me pasa con Slayers, aunque con este el recuerdo llega un poco más lejos.

 Asma - Un anime que te quitará el aliento.

Shingeki no Kyojin. Y con ello quiero traer a colación mi innegable y ciego amor por un anime que mucha gente encuentra sobrevalorado. Sé que hay mucho hype por esta franquicia, hype que de verdad llega a desesperarme por lo insostenible que es, pero no les voy a negar algo, Shingeki no Kyojin hizo lo que venía pidiéndole a un anime desde hace  mucho tiempo: «EMOCIONARME«. Hacía mucho tiempo que no sentía emoción viendo un anime, emoción que me desbordara e hiciese que batallara por ver el siguiente episodio cuando antes. Fate/Zero, Steins; Gate (luego del capítulo 12) y FMA lograron hacerlo en su momento, y Shingeki no Kyojin me lo recordó. Me gustó tanto que hice entradas individuales de cada capítulo, hablando más que nada de la puesta social por la que el autor había apostado. La política, la sociedad militarizada, los misterios y la corrupción que rodeaban la serie me gustaban más que la misma acción. El drama, el sufrimiento, el saber que nadie estaba a salvo fue un plus total y este anime tuvo episodios donde los #FEELS fueron indescriptibles. No me arrepiento y nunca me arrepentiré de darle un 10 a Shingeki no Kyojin (su primera temporada), pese a que reconozco todos sus puntos débiles y comprendo la crítica que también yo le haría, pero lo mucho que lo disfruté le gana a la razón en este caso.

Cinetosis - Un anime que te haya llevado a otra dimensión.

Kyousougiga es el concepto de «Otra dimensión» encarnado. No existen palabras para describir el mundo del otro lado del espejo en el que se desarrolla esta serie que tanto amé el 2013. Un mundo lleno de colores, locura, diversión y grandes misterios. Fue un placer verlo.

 Desnutrición - Un anime que no tenga mucha historia.

Love Hina. Este anime marca el comienzo, en mi mente, de lo que es la comedia ecchi a la que tantos nos remitimos cuando le hacemos una crítica a la industria del anime. No digo que Love Hina sea un mal anime, es más, es uno de los primera animes harem que vi y que de cierta manera disfrute hasta donde me era posible, pero que encuentro como un hito clave en la concretización de este género ahora tan prostituido. Love Hina no tiene una trama sólida, simplemente sigue la linea de todo anime harem que uno ve: Un chico normal a más no poder va a encontrarse rodeado de hermosas mujeres por razones absurdas. Punto. Todos estos animes tienen sus variaciones, algunos con variaciones más inteligentes que otros, pero siempre siguiendo la misma linea que para mí (por mi edad tal vez) se materializa en esta serie tan icónica en la cultura otaku.