Tokyo Godfathers

Argumento

Tres vagabundos – una chica que escapó de su casa, un travestí y un alcohólico – encuentran a un bebe abandonado entre una pila de desperdicios en vísperas de Navidad. Usando las pistas que hallarán en la canasta donde encontraron al bebé,  buscarán por todo Tokio a sus padres, pasando por una serie de eventos que les harán recordar las vidas que casi habían abandonado.

¿Por qué esta película no se transforma en un requisito mundial para fiestas navideñas? Tokyo Godfathers, del gran director Satoshi Kon [Perfect Blue, Millennium Actress, Paprika y Paranoia Agent], nos presenta esta vez una historia navideña enrevesada, llena de calidez argumental, con una pizca adecuada de humor y un lindo mensaje que nos hace reflexionar sobre la importancia de la familia y el perdón. Una obra dirigida y creada por Kon, de la mano de Madhouse, Tokyo Godfathers es el tercer largometraje que nos trae este director. Luego de sus grande éxitos Perfect Blue — una obra emblemática en el mundo del thriller psicológico — y Millennium Actress — la historia de vida de una actriz que buscaba al hombre del que se enamoró de niña– esta vez Satoshi Kon nos trae la historia de un grupo de indigentes que encuentran una bebé abandonada entre la basura, la cual decidirán devolver a sus padres.

A pesar de contar con el maestro de thriller psicológico como director, Tokyo Godfathers es un bonita historia navideña la cual te envuelve y te hace disfrutarla en todo momento. Pese a no contar con los elementos oscuros y surrealistas típicos que el director ha sabido manejar en todas su obras, el éxito de esta película se encuentra en que es correcta por donde la mires, siendo esto producto del excelente grupo humano que la trajo a la vida. No tendrá una trama complicada, donde la realidad y la ficción se mezclan, pero esta película también traspira Kon a través de una excelente dirección, una calidad de personajes envidiable y un diseño artístico de otro nivel, conjuntamente con una historia ambientada en un lado de Tokio que normalmente no vemos, hacen de esta obra una gran opción en todo momento.

Lo más impresionante de esta película es cómo un postulado tan sencillo, nada jalado de los pelos, puede lograr convertirse en una película entrañable gracias a cómo esta es llevada a cabo. De esta manera, el mayor éxito de esta película se encuentra ligado a los carismáticos personajes que tiene, especialmente a la excelente química que poseen como grupo. Ellos, conjuntamente con el excelente apartado artístico que les da vida, hacen de esta historia una excelente opción para ver no solo en épocas navideñas, sino en cualquier momento del año. Si bien puede no ser la obra más característica del director, ni la más compleja, es una obra que demuestra no solo la versatilidad de Satoshi Kon, sino cómo una excelente construcción de personajes y de dirección pueden hacer de una historia sencilla toda una odisea emblemática.

¿Cuánto me gustó?: 8

Arte: 8

Cuando hablamos de obras de Kon estamos hablando de calidad visual. Lo más impresionante de Tokyo Godfathers, y lo que creo lo hace peculiar, es el gran realismo que refleja. Siempre se ha hablado del detalle que las obras de este director maneja, y esta película le hace honor a su fama. Dentro de todo, lo más asombroso  son los pequeños detalles que se logran en tanto a detalles de movimiento corporal y de expresiones faciales. Ha sido imposible no pensar en cada uno de los personajes como personas totalmente individuales, con manías y formas de movimiento que los hacían especiales. El detalle de la ambientación y la gran fluidez de la animación hacen de esta película otra delicia para nuestros ojos. A veces de verdad uno se pregunta si está viendo una película animada o con actores de carne y hueso ¿Pero podíamos esperar menos de una obra dirigida por Satoshi Kon?

Historia:8

La historia es súper sencilla (¿Raro viniendo de Sotoshi Kon, eh?), pero no por ello menos entretenida. Un trío de vagabundos termina encontrando a un bebé mientras escarban en la basura en la víspera navideña. Sin querer devolverlo a la policía, pues esto podría significar su internado en un orfanato nada más y nada menos que en la víspera de navidad, deciden tratar de encontrar a los verdaderos padres para devolverles a su bebé. Gracias a pequeñas pistas que se irán desencadenando gracias a la llave que el bebé traía consigo, estos tres personajes terminarán envuelto en miles de enredos, los cuales no solo los acercarán más y más a los progenitores del bebé, sino que los harán reflexionar sobre su propia situación familiar, comenzando a reconciliarse poco a poco con su pasado.

Tokyo Godfathers es una historia encantadora, de esas que uno puede ver con toda la familia para entretenerse un rato y de paso deleitarse con una bonita historia sumamente bien lograda. Lo que más me agrada de la propuesta es cómo se muestra un lado de la ciudad que muy pocas veces toma protagonismo. Los barrios pobres de Tokio, la vida de vagabundos en una inmensa ciudad y los distintos problemas que estos pueden atravesar. Desde la discriminación, su contacto con mafias, ilegales, entre otros; todo ello narrado de una manera divertida que logra conectar con uno rápidamente. Con cada paso que dan nuestros protagonistas más cosas empiezan a suceder, lo que hace de su pequeña aventura toda una odisea caótica que los envolverá en un enredo tremendo, aunque no por ello menos entretenidos de ver. Si a esto le sumamos cómo cada uno de ellos también irá reconciliándose consigo mismos y con sus familias, tenemos una película no solo divertida, sino con varios mensajes positivos ligados muchos a la festividad en la que se desenvuelve su historia.

Personajes: 9

Esta película tiene su mayor acierto en sus personajes principales. El trío de indigentes que van a tener la tarea de devolver al bebé que encontraron en la basura a sus padres es un trío que se te mete por la piel. Gin, Hana y Miyuki son personajes que se retratan como personas normales y cercanas, gente con las que te podrías encontrar cualquier día en la calle. La cercanía con la que se presentan los hace desde un inicio personajes que te atrapan y con los que puedes desarrollar cierto vínculo emocional a través del filme. Cada uno guarda ciertos secretos que irán revelándose conforme avance la serie, todos ellos relacionados a su pasado y al motivo por el cual terminaron sin un techo al que regresar, optando por ser indigentes de las congestionadas calles de Tokio. Gin, el alcohólico que perdió a su familia, Hana, la travestí más carismática que he tenido la oportunidad de ver en mi vida, y Hana, quien huyó de su casa luego de una pelea con sus padres; cada uno de ellos se luce en tanto pertenecen a este peculiar grupo. El tener la dicha de observar a este trío tan bien logrado tratando de encontrar a la madre de la pequeña Hiyoko ha sido una caótica pero divertida travesía gracias a ellos.

Música: 7

La película no se luce por su banda sonoro. No tiene ninguna pieza que destaque dentro de su OST, a excepción de la simpática versión japonesa de la novena sinfonía de Beethoven que tocan al final de la película [«Ode to Joy» de Moonriders]. Si bien el OST goza de ritmos que acompañan la naturaleza del largometraje, lamentablemente no destaca en casi ningún momento de la película. Con respecto a los seiyuu, han sido correctos. Creo que merece la pena mencionarlos a cada uno de ellos, pues  Umegaki Yoshiaki, Okamoto Aya y Emori Toru han solo doblado esta película animada como protagonistas en sus vidas, eso me parece admirable. Por otro lado, tal vez lo que más ha logrado sorprenderme es la delicadeza de verdaderamente poner a hablantes de español para dar vida a los latinos con los que se cruzan en una parte de la película.

TOTAL: 8